Bilbao - El invierno demográfico que vive el Estado español desde hace una década prosigue con su intensificación y en el primer semestre de 2019 registró la cifra más baja de nacimientos desde 1941, primer año del que hay datos, al mismo tiempo que mantiene el saldo vegetativo negativo -fallecen más personas de las que nacen- y el envejecimiento de la población.

Según los datos de la Estadística del Movimiento de la Población, publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y junio de este año en España solo nacieron 170.074 niños, un 6,2% menos de los nacidos un año antes. El descenso de la natalidad es prácticamente general en todo el Estado, con la excepción de La Rioja, dónde aumentó un 5,9% en los primeros seis meses del año. En la Comunidad Autónoma Vasca nacieron en ese semestre 7.431 bebés, lo que supone un 5% menos que en el mismo periodo del año pasado.

La reducción en 11.292 nacimientos en la cifra de nacidos en todo el Estado español entre enero y julio respecto a los seis primeros meses de 2018 confirma la tendencia de descenso de la natalidad registrada en los últimos diez años, una tendencia a la baja, solo interrumpida en 2014, que acumula más de un 30% de descenso y que, según algunos analistas se agravó a consecuencia de la crisis económica, la dificultad de los jóvenes para emanciparse e iniciar su proyecto de vida, así como por el hecho de que gran parte de los inmigrantes, en su mayoría una población joven con una tasa de natalidad superior a la estatal, regresase a sus países de origen o emigrasen a otras zonas en búsqueda de mejores oportunidades.

Según la Encuesta de Fecundidad del INE, casi tres de cada cuatro mujeres desea tener al menos dos hijos, pero para hacerlo realidad reclaman un aumento de la duración del permiso de maternidad y paternidad, flexibilidad en los horarios de trabajo de padres y madres, y una asignación para las familias con hijos menores. Actualmente la tasa de fecundidad es de 1,26 hijos por mujer y solo nacen 7,94 niños por cada mil habitantes.

El INE también publicó los datos definitivos correspondientes a 2018, en el que se produjeron 372.777 nacimientos, lo que supuso un 5,2% menos que en 2017. En 2018 se registró la cifra más baja de la serie desde veinte años antes, en 1998.

Al mismo tiempo se reduce el número de defunciones, ya que durante el primer semestre fallecieron en España 215.478 personas, un 5,4% menos que en el mismo periodo de 2018. El número de muertes se redujo en todas las comunidades, aunque las mayores bajadas se dieron en Andalucía (-9,2%), la ciudad autónoma de Melilla (-8,3%) y Canarias (-8,1%). A lo largo de los seis primeros meses de 2019 fallecieron en España 215.478 personas mientras que nacieron 170.074, es decir, que el crecimiento vegetativo -la diferencia entre nacimientos y defunciones- presenta un saldo negativo de 45.404 personas durante la primera mitad del año. Esta cifra, similar a la del mismo periodo de 2018, consolida la tendencia negativa iniciada en 2015.

En la CAV Los datos del INE señalan que en el primer semestre de este año se registraron en la CAV 11.075 defunciones, un 3,1% menos, con lo que el saldo vegetativo es de -3.644 personas. Una cifra que coloca a Euskadi como quinta comunidad con peor saldo vegetativo, solo por detrás de Galicia (-8.426), Castilla y León (-8.007), Asturias (-4.126) y Catalunya (-4.088). El año pasado, la CAV tuvo un saldo vegetativo negativo de 5.663 personas al registrar 16.100 nacimientos y 21.763 defunciones en todo el ejercicio.

En cuanto a los datos provisionales de la variación de los matrimonios celebrados entre enero y junio, en Euskadi bajaron el 4,3% respecto a los del mismo periodo del 2018, superando la media estatal que se anotó un descenso del 1,2%.