LOS beneficios de conocer por su nombre a los compañeros de colegio de los hijos pueden ser múltiples, como evitar el bullying (acoso escolar) y darles mayor confianza, algo que entre los padres españoles es más habitual que en otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Lo explica el analista de la Dirección de Educación y Competencias de la OCDE Alfonso Echazarra. A su juicio, el hecho de que los padres se comuniquen con frecuencia con los amigos de sus hijos y con otros padres “aumenta la confianza de estos, lo que facilita que los alumnos pasen más tiempo juntos fuera del colegio”.

Una de las razones por las que los padres españoles, a diferencia de otros de la OCDE, conocen a un mayor número de compañeros de sus hijos por el nombre se encuentra en cuestiones culturales. Pero también porque el sistema “se beneficia de contar con pocos cambios de colegios”.

Por ejemplo, aquí muchos alumnos solo cambian de centro escolar al pasar a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), entre los 11 y 12 años en la mayoría de casos. En otros sistemas educativos el cambio de colegio es más frecuente, lo que “disminuye las posibilidades de entablar relaciones”, por ejemplo, en Francia se cambia de centro escolar al menos tres veces (École maternelle, École primaire y Collège Lycée).

Por otra parte, “una comunicación más fluida ayuda a los padres a recabar información muy valiosa sobre la vida escolar de sus hijos”, recalca. En edades tempranas, esa comunicación facilita conocer las tareas que se llevan para casa, las fechas de exámenes o el comportamiento de los hijos. En edades más avanzadas, puede limitar el acoso escolar ya que aumenta la visibilidad de casos y hace más difícil la vida del acosador; “pocos acosadores se sentirán cómodos si saben que sus padres conocen a los padres de las víctimas”, argumenta.

Pero, ¿qué debe hacer un centro educativo para que los padres se sientan más parte del colegio de sus hijos? Para este experto, “los padres deberían participar voluntariamente en las actividades escolares y no acudir exclusivamente para hablar sobre los problemas”, recalca.