hondarribia - Un hombre de 68 años fue detenido durante la madrugada del pasado domingo, en torno a las 00.30 horas, tras realizar tres disparos con una escopeta desde un balcón de la calle Santiago de Hondarribia, según informaron ayer fuentes de la Ertzaintza.

Tras los avisos de dos vecinos de la zona, el primer cuerpo en acudir a la calle fue la Policía Local, que alertó a la Ertzaintza al percatarse de que el sospechoso contaba con un arma de fuego. Según explicaban desde el Departamento de Seguridad, “uno de los agentes pudo establecer contacto con el hombre y convencerlo de que bajase desarmado a la calle”, donde se produjo la detención. Durante el arresto, realizado bajo la acusación de un presunto delito de amenazas graves con arma de fuego, el sospechoso no opuso resistencia.

Después de que el hombre hubiera sido arrestado, los agentes realizaron un registro en la vivienda, donde hallaron la escopeta, varios cartuchos de pólvora y un arma blanca. Tras pasar por comisaría y cumplir las diligencias oportunas, el arrestado fue puesto en libertad a la espera de ser requerido para juicio.

Según uno de los testigos del incidente, que no quiso hacer pública su identidad, todo comenzó con una cena de cuadrilla en un restaurante cercano, el Txantxangorri. Al finalizar, los jóvenes se trasladaron a la zona posterior del restaurante, escenario de los hechos, donde se encontraron con otro grupo de amigos a los que conocían.

“Estábamos hablando en un tono normal, no montando jaleo”, aseguraba el joven a NOTICIAS DE GIPUZKOA, “cuando un hombre salió de uno de los balcones y comenzó a insultarnos porque no le dejábamos dormir”.

El primero de los disparos se produjo “a los dos o tres minutos” de esa primera interpelación, según el testigo. “Todos escuchamos el ruido, pero yo era el único que estaba de frente al balcón y, por el fogonazo y el sonido, me pareció la típica escopeta de fogueo del Alarde”, continuaba el testigo. Tras no darle mucha importancia en un primer momento y después de un segundo disparo, los jóvenes se refugiaron en uno de los callejones cercanos, desde donde grabaron en vídeo el tercero y último de los disparos.

“En el momento no éramos conscientes del peligro que corríamos, porque, aunque todo el mundo tiene escopetas de fogueo en Hondarribia por el Alarde, si se cargan con otro tipo de munición pueden llegar a ser muy peligrosas, como luego nos explicaron los agentes”, añadía el joven. Después de que la Ertzaintza se personase en el lugar, tanto el autor del vídeo como la persona que da su versión de los hechos en estas líneas se trasladaron a comisaría para testificar lo ocurrido, aunque decidieron no interponer denuncia.

Cuestionado sobre si hay certezas de la naturaleza de los cartuchos, el testigo afirmó que los agentes repasaron el suelo y las paredes de la zona en busca de marcas de disparos, si bien ignoraba el resultado de dicha inspección.