Bilbao - No es una cuestión baladí; las personas de más de 65 años representan en Euskadi un 20,2% de la población, 3,5 puntos por encima de la media europea. Por eso, desde hace años, el Gobierno vasco está apostando fuertemente por el envejecimiento activo, con una estrategia centrada en las personas, sus derechos y sus responsabilidades, como parte activa de la sociedad. Un trabajo que ha recibido el reconocimiento de la Comisión Europea, a través de un certificado de excelencia por su acción innovadora ligada a este ámbito.

La consejera vasca de Salud, Nekane Murga, recogió ayer la distinción en un congreso europeo celebrado en Chamonix (Francia), que abordó el papel de las regiones en el sistema de salud del futuro. En concreto, el trabajo que impulsa el Gobierno vasco recibió cuatro estrellas y el Certificado de Excelencia, la máxima calificación que otorga la Comisión Europea por el impulso de la innovación en el envejecimiento activo y saludable, la mejora de la calidad de vida de la población que envejece, la mejora de la prestación de asistencia sanitaria y social, y el fomento del crecimiento económico y de la competitividad.

Un total de 77 entidades regionales y locales europeas han demostrado la existencia de estrategias y planes para fomentar la innovación de cara a abordar los retos de una sociedad envejecida. Solo seis lugares que tenían cuatro estrellas han sido galardonados con este reconocimiento especial a la excelencia: Euskadi, el Gobierno de Escocia, la región de Hann (Países Bajos), el sur de Dinamarca, Catalunya y Andalucía.

“Este reconocimiento refleja de manera contundente el éxito de nuestra apuesta sostenida por la innovación en ámbitos sociosanitarios. Se ha reconocido la coordinación y la consistencia de nuestras instituciones para responder a las necesidades de las personas y para mejorar su calidad de vida, pero también para avanzar en un desarrollo socioeconómico sostenible”, valoró la consejera vasca.

Murga también recordó que este proyecto está liderado por el departamento de Salud pero agrupa a socios como el departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno vasco, las tres diputaciones forales, Osakidetza, la Fundación Vasca de Innovación e Investigación Sanitaria (Bioef), los tres institutos de investigación sanitaria (Biocruces Bizkaia, Biodonostia y Bioaraba), la UPV/EHU, la Universidad de Deusto, la Fundación Matía, Teknalia, la corporación Mondragón, el grupo SSI, el cluster Basque Health y Adinberri.

Euskadi aportó su experiencia en el congreso europeo ante medio millar de agentes del ámbito sanitario, social y administrativo, participando en una mesa redonda sobre el papel de las regiones en el sistema de salud del mañana.

Retos a futuro En ella, Nekane Murga señaló que los retos a futuro en el ámbito de la salud están muy ligados al envejecimiento de la población y a los cambios epidemiológicos. No en vano, la sociedad de Euskadi se encuentran entre las más envejecidas de Europa y, en este sentido, la consejera destacó tres conceptos clave: la integración asistencial, la atención sociosanitaria y la sostenibilidad del sistema.

Entre otros aspectos, destacó que a corto y medio plazo Euskadi debe apostar por la innovación y la medicina personalizada. “En Euskadi, la atención integrada es una realidad. No solo gestora, sino a nivel asistencial. Ahora es momento de abordar de manera eficaz y realista el ámbito sociosanitario. Contamos con foros de coordinación interinstitucional y debemos seguir trabajando por mejorar la atención diaria a las personas”, explicó la consejera. En este sentido, afirmó que la atención primaria cobra un “papel esencial” en este escenario. Por último, la responsable del departamento de Salud destacó que Euskadi está sentando las bases para un sistema sanitario sostenible en el futuro a través de medidas como la ordenación de la cartera de servicios o el uso racional de los medicamentos.