bilbao - Ante la evidencia del acelerado cambio climático y del ascenso del nivel oceánico, Church cree que tenemos el conocimiento y la tecnología para mitigarlos siempre que los gobernantes tengan la voluntad y decisión de atajarlos.

Hablamos de cambio climático y la mayoría miramos al cielo, pero usted también mira al mar. ¿Qué nos dicen los mares sobre el cambio climático?

-El mayor impacto del cambio climático se da en el océano. El sistema se está calentando; más del 90% de esa energía está en los mares, en los océanos. Si queremos entender cómo se está dando el cambio climático debemos de saber qué es lo que pasa en los océanos; la segunda razón, por supuesto, es que el calentamiento de los océanos significa que estos se expanden y su líquido aumenta el nivel del mar. Conocemos que se está calentando la parte superficial de los océanos por lo que el nivel del mar sube. El océano ralentiza el calentamiento global porque almacena dióxido de carbono y también almacena calor. El efecto más negativo, sin embargo, es que el proceso es muy largo en la escala temporal.

¿Es inexorable el aumento del nivel del mar? ¿Y homogéneo?

-Es inevitable pero podemos ralentizarlo. Tendremos que adaptarnos a un cambio que ya no podemos evitar. Si mitigamos las emisiones detendremos el ascenso del nivel del mar y podremos evitar algunas de las consecuencias negativas.

¿Qué es más preocupante, que el nivel del mar esté subiendo o el ritmo creciente al que se hace?

-Que el nivel del mar suba, pero la velocidad es también importante porque nos vamos a tener que adaptar y si lo hacemos rápido será más eficaz. Hoy, alrededor de cien millones de personas viven a un metro del nivel de marea alta. Si no paramos las emisiones, en cien años habremos escalado este metro del nivel marino.

El factor antropogénico. Con tantos datos y tan contrastados. ¿Por qué algunos siguen negando que somos los humanos el factor clave en este cambio climático?

-Realmente ésta es una buena pregunta pero no hay una buena respuesta. El aumento del nivel del mar es un tema complejo y no todo el aumento del nivel del mar del siglo XX es antropogénico. Algunos factores están asociados con variabilidad natural, especialmente a principios del siglo XX. Pero desde 1970 hasta el momento actual, la mayoría del aumento del nivel del mar se debe a razones antropogénicas. También está la contribución en los cambios del almacenaje de agua en la tierra. En todo caso, las personas que niegan el cambio climático lo hacen por sus propios intereses.

¿Qué podemos hacer los demás si el presidente (Trump) de la mayor potencia y mayor productor de CO2 se retira de los acuerdos? ¿Y si China, India y Brasil lo ven como algo lejano?

-Debemos de tener fe. No podemos renunciar al hecho de que tenemos que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; tenemos la tecnología que nos permite reducir las emisiones, lo que falta es la voluntad política. China está demostrando su compromiso para empezar a reducir sus emisiones. Tenemos que trabajar en América y Australia. Aunque me dé pena la realidad actual hay que convencer a las personas de que hay más que ganar combatiendo el cambio climático que dejándose llevar.

En este cambio medioambiental y de evitar el calentamiento global y la subida del nivel del mar, ¿es posible que haya acuerdo entre los países desarrollados y los que están más atrasados?

-Sí. Especialmente con las nuevas tecnologías disponibles y las que seguirán desarrollándose en las próximas décadas. Debemos de garantizar que los países menos desarrollados no cometen los mismos errores que hicimos nosotros y pasen directamente a un uso más eficientes de energías renovables, con mayor justicia tanto dentro de las naciones como en las relaciones entre países. Hay que seguir luchando por lo que creo que es correcto para el mundo.

John Church es optimista. ¿No es demasiado tarde? ¿O sería mejor irse a vivir lejos del mar o incluso buscar otro planeta?

-Sí. Tengo que ser un optimista, aunque a veces me tienta perder la esperanza, especialmente en mis líderes políticos y algunos de los que son negacionistas en Australia, EE.UU. y otras partes del mundo pero tengo que pensar que podemos resolver este problema; disponemos de la tecnología y el conocimiento. Falta voluntad.