Almería - El juicio contra Ana Julia Quezada comenzó ayer en la Audiencia de Almería sin que declarara la acusada, que se enfrenta a una petición del fiscal y de la acusación particular de prisión permanente revisable por asesinar al niño Gabriel Cruz, testimonio que prestará hoy martes.

Quezada llegó poco antes de las nueve de la mañana a la Audiencia escoltada por agentes de la UPR de la Policía Nacional y permaneció en los calabozos hasta poco antes de las doce y media, a la espera de que se constituyese el jurado popular que la enjuiciará hasta el próximo 18 de septiembre.

Siete mujeres y dos hombres forman este órgano que durante la jornada de ayer únicamente pudo asistir a la lectura de los escritos provisionales de la acusación y de la defensa, así como a la exposición inicial de la fiscal Elena María Fernández, el abogado de la acusación Francisco Torres y el de la defensa, Esteban Hernández Thiel.

Quezada comenzó la vista con lágrimas en los ojos, mientras la fiscal solicitaba incorporar dos pruebas: un reportaje fotográfico de la zona en la que desapareció Gabriel realizada por el Laboratorio de Criminalística, así como la evaluación económica de la búsqueda. La fiscal Elena María Fernández aseguró en su intervención que el pequeño “no tuvo opción de salir con vida” de la finca de Rodalquilar (Níjar, Almería), en la que falleció. “Con claro ánimo de ocasionarle la muerte, de modo deliberado, consciente, a sangre fría y con absoluto desprecio a la vida”, Ana Julia le dio “muerte de una forma tan repentina, inmediata e impredecible que anuló toda capacidad de reacción de este niño”, ha sostenido. Añadió que Gabriel no podía esperar además “de ninguna manera un ataque que procede de una persona que es pareja de su padre”, que había generado “confianza” en él por pertenecer al entorno familiar del niño. - Efe