BILBAO. El crecimiento de 9.549 viviendas, alcanzado entre 2016 y 2018, supone un aumento relativo del 0,9% en el parque de viviendas, constituido tanto por las viviendas familiares como por los establecimientos colectivos. En Bizkaia se ubican un total de 546.333, un 51,8% del total; en Gipuzkoa 343.487, el 32,6%; y en Araba 164.790, el 15,6%.

En cuanto al crecimiento detectado, se constatan por territorios. A Gipuzkoa le corresponde el mayor incremento, con un 1,1%, seguido de Araba, con un 0,9%, y de Bizkaia, con un 0,8%.

Además, todas las comarcas ofrecen crecimientos del parque deviviendas, aunque destacan, por sus avances superiores a la media, la Rioja Alavesa (2,4%), Plentzia-Mungia (1,7%), Estribaciones del Gorbea (1,6%), Valles Alaveses (1,5%) y Alto Deba (1,4%).

En el extremo contrario, con aumentos inferiores a la media, se sitúan las comarcas de Goierri (0,4%), Bajo Deba y Montaña Alavesa (0,5% cada una) y Gran Bilbao (0,7%).

Con estas cifras, el incremento promedio anual en Euskadi entre 2016 y 2018 ha sido de 4.775 unidades, manteniendo los niveles registrados en el último quinquenio, cercanos a las 5.000 viviendas, pero lejos de las casi 8.000 que se contabilizaron en el quinquenio 2006 a 2011 o de las 20.000 del quinquenio 2001 a 2006.

RESIDENCIA HABITUAL

Desde el punto de vista del uso, el 85,3% del parque de viviendas familiares se destina a residencia habitual, 0,4 puntosporcentuales más que en 2016, mientras que las viviendas secundarias o desocupadas reducen su peso del 15,1% de 2016 al 14,7% en 2018.

Si se comparan las cifras de viviendas principales con las de 2016, resultan 11.832 unidades más, repartidas de forma desigual entre los territorios históricos: el mayor aumento corresponde a Bizkaia, que incrementa en 7.417 la cifra de viviendas ocupadas, frente a 2.616 más en Gipuzkoa y a 1.799 en Araba.

El análisis del tipo de vivienda, según el tamaño del municipio, pone de manifiesto que son los municipios de menos de 10.000 habitantes los únicos en los que se verifica un incremento, tanto del número de viviendas principales como del de viviendas secundarias o vacías, con un aumento de 1.985 unidades (1,2%) para el primer tipo y de 819 unidades (1,5%) para el segundo.

En cambio, en el resto de estratos de tamaño poblacional, únicamente crecen las viviendas principales, añadiéndose 9.847 viviendas al conjunto, mientras el montante de viviendas no principales disminuye en 2.702 unidades.

Destaca el decremento de viviendas secundarias y vacías (-5,3%), que soportan los municipios con una población entre 40.000 y 100.000 residentes, que supone 1.003 viviendas menos que en 2016, mientras que las viviendas de residencia habitual aumentan en 2.287 unidades.

GAS POR TUBERIA

En lo referente a los equipamientos, en 2018 ocho de cada diez viviendas están en edificios dotados de gas por tuberías, 1,1 puntos porcentuales más que en 2016, proporción que varía a nivel territorial del 85,4% de Gipuzkoa al 83,1% de Araba y el 78,5% de Bizkaia.

A su vez, dos de cada tres viviendas familiares están en edificios con instalación de ascensor (69,6%), lo que representa 0,8 puntos porcentuales más que en 2016.

Por otra parte, el 54,9% de las viviendas pertenece a edificios con más de diez viviendas, incluido un 7,2% en edificios de más de cuarenta. Además, una de cada diez viviendas, el 10,6%, es unifamilar o bifamiliar; en Araba este último porcentaje se eleva al 17%, mientras que en Gipuzkoa es del 9,5% y en Bizkaia es del 9,3%.

El 28,4% de viviendas familiares está ocupado por una persona y el 29,8% por dos, lo que implica que en la mitad larga de ellas (58,2%) solo viven una o dos personas. Unicamente el 1,8% de las viviendas está ocupado por seis o más personas, mientras que en las viviendas restantes viven entre 3 y 5 individuos.