Bilbao - El viceconsejero de Transportes del Gobierno vasco, Antonio Aiz, fue muy crítico ayer con el Ministerio de Fomento por el “alarmante retraso acumulado” en la construcción del corredor atlántico ferroviario, una demora que consideró “lastra el desarrollo socioeconómico de las regiones afectadas”, una de ellas, Euskadi.

Por esta razón pidió al nuevo Gobierno central conformar un sector ferroviario fuerte, competitivo, moderno e innovador, a través de un “pacto de Estado” que trascienda los “tiempos electorales” y garantice el cumplimiento de los planes ferroviarios de alta velocidad actualmente en ejecución.

Aiz se explayó ayer en su intervención en el Salón Internacional de la Logística que se celebra en Barcelona y criticó la política de Madrid en materia de grandes infraestructuras de transporte y logística. También puso sobre la mesa cómo el ministerio no ha cumplido su compromiso para licitar el estudio informativo para la llegada del TAV a Gasteiz anunciado por el ministro Ábalos para este mes y que ya no podrá ser cumplido.

El viceconsejero reivindicó que el corredor Atlántico requiere de una conexión ferroviaria internacional, la cual tiene carácter prioritario para la Unión Europea (UE), desde hace ya casi tres décadas, cuando Bruselas dibujó en el mapa los corredores de redes transeuropeas de carácter prioritario, algo que “todavía aún está lejos de ser una realidad”, concretó.

Ante varios responsables del ministerio y de otras comunidades autónomas, Aiz dibujó el panorama actual de alta velocidad en el Estado, incidiendo en sus carencias y comparándola con otros servicios similares en Europa. Según los datos expuestos, las líneas de AVE en servicio transportan a menos de quince viajeros por cada kilómetro de red de alta velocidad en funcionamiento, frente a los cincuenta viajeros que se mueven en Francia, donde el TGV, su red homóloga, mueve cuatro veces más pasajeros que el AVE. Y eso que cuenta con un despliegue de casi mil kilómetros menos que en el Estado. También analizó los datos recogidos en Alemania donde la alta velocidad facilita la movilidad a 84 viajeros por cada kilómetro de red, con una cuota superior al 25% en tráfico de mercancías.

En base a estos datos, Aiz calificó de “grave error” las políticas de planificación de infraestructuras de transporte, las cuales cree “no han respondido a verdaderas y justificadas necesidades, ni al carácter prioritario de los corredores europeos”, sino a “visiones cortoplacistas” e “intereses clientelistas”.

El viceconsejero recordó las declaraciones del ministro de Fomento en febrero, cuando habló de “compensar desequilibrios” y “recuperar retrasos” en el corredor del Atlántico, para instarle a abandonar la “retórica” y “trabajar en la construcción de la red ferroviaria Atlántica entre Madrid-Valladolid-Burgos-Vitoria, la Y vasca y conexión con Francia”, como reclama la UE.