Bilbao - El absentismo escolar sigue sin remitir, pero las autoridades cada vez están más preocupadas por el “ausentismo”. Año a año crece el número de estudiantes que si bien acuden a su centro escolar, no participan ni tienen una conducta activa hacia el aprendizaje. Son meros muebles, en el mejor de la casos. Lograr que este alumnado cambie de actitud se ha convertido en el “nuevo reto” para el sistema educativo. Así lo recoge el informe del programa para la erradicación de la desescolarización y del absentismo escolar del Departamento de Educación, la Diputación de Bizkaia y Eudel.

A pesar de que los últimos años los controles son más exigentes, el absentismo tocó techo el último curso, con 1.870 absentistas. Esto supone que el 1,7% de la población de Enseñanza Básica faltó al menos al 20% de las clases en un mes. El 76% de los expedientes fueron derivados a Servicios Sociales Municipales; 17, a la Diputación foral, y 51 acabaron en manos de la Fiscalía. Por redes, el problema se concentra en los centros de titularidad pública. Según el estudio, 82 centros públicos de Bizkaia tienen más de seis estudiantes con comportamiento absentista, por 23 en colegios concertados.

La distribución de este colectivo por el Territorio no es uniforme, sino que se concentra en dos zonas: Bilbao y Alto Nervión, junto a Ezkerraldea, Meatzaldea y Enkarterri. La mayoría de los casos, 1.021, se produjeron en Primaria, lo que “nos refuerza a seguir insistiendo en edades tempranas”, afirma el informe.

Aunque la dimensión del problema es pequeño, la instituciones no bajan la guardia porque el absentismo es un buen “detector” de otras problemáticas como el maltrato, el bullying o problemas de salud. Inquieta sobre todo la situación de 788 menores que faltaron al menos al 10% del curso y, por tanto, no se logró corregir la conducta absentista. Hubo 394 chicas y el mismo número de chicos. Una posible explicación al mantenimiento de los registros puede deberse al seguimiento que se hace desde los distintos servicios y, en concreto, a la mayor incidencia en los niveles iniciales de Primaria. Desde hace tres años todos los centros, hayan tenido registros de absentismo o no, están obligados a volcar su situación en la aplicación Notas y faltas del Departamento de Educación. Y al cerrarla se envía esa información directamente a Inspección educativa y a los ayuntamientos que lo hayan solicitado.