Bilbao - Aquella emisora antifranquista llamada La Txalupa -Radio Euzkadi- perdió el lunes a uno de sus locos recordados tripulantes, a quien fuera su voz en francés, Pablo Agirre Larrañaga, de 92 años. Mañana, la parroquia Saint-André de Baiona acogerá los funerales por su persona a partir de las 16.15 horas. El velatorio estará dispuesto en el tanatorio de la capital labortana hoy, desde las 11.00 horas.

Nacido en Bilbao en 1927 y de corazón de Durango, Pablo Agirre fue un activista histórico de EAJ-PNB exiliado en Venezuela, uno de los baluartes de la comunidad abertzale en América. Niño de la Guerra civil, Paul -como era conocido- fue salvaguardado por el Gobierno vasco en unas colonias habilitadas en la Ciudadela de Donibane Garazi. Retornaba a la villa vizcaina de vacaciones en los 60, pero acabó afincando su residencia en el exilio en Caracas y, más adelante, en Hondarribia y Baiona.

Miembro de EGI en su juventud y del PNV, fue presidente del Centro Vasco de Caracas, sede que llegó a tener adscritas a 600 familias, y la voz en francés de la citada emisora que emitía desde la república. “Ici Radio Euskadi, la voix de la Résistance Basque”, era su santo y seña.

Agirre participó en Asamblea Nacional de Iruñea de 1977 y se sintió orgulloso de recibir, entre otros, a Manuel Irujo en Caracas. En su origen, él narraba a un medio jeltzale que sus padres eran más republicanos que abertzales y que fue ya en Venezuela, en 1949, cuando “tomé conciencia de que yo era vasco y nacionalista”.

De hecho, jeltzale. “Estas eran personas que más me gustaban. Había personas de diferentes tendencias: ANV o EIC-PNB. El abertzale de EAJ-PNB me pareció el más serio”, valoraba quien pormenorizaba que llamaban a Radio Euzkadi La Txalupa porque “para nosotros era como un barco en el mar, desde donde emitíamos. Primero desde Iparralde, hasta que un tal François Mitterrand dio la orden de cerrarla, y los jóvenes de EGI la llevamos en secreto a Venezuela. Funcionamos desde 1965 a 1977, durante el franquismo e incluso más allá de esos años”.

Activo militante del PNV Constructor de éxito y hotelero en Caracas, Agirre fue un activo militante del PNV que tomó parte, como representante de la extraterritorial de Venezuela, en la Asamblea Nacional de Iruñea de marzo de 1977. Retornó a Baiona en 1992, como deseo para su dorada jubilación. “La ciudad había cambiado por completo. El sentimiento vasco está mucho más presente, más externalizado que de niño”.

Su familia precisa una curiosidad ocurrida en sus últimos días de vida. Del hospital le trasladaron a su hogar de Baiona. “Su hija Jone Miren, bailarina del Ballet de Biarritz, le llevó a su hijita Lorea recién nacida para que la viera. Paul, no sabemos cómo, despertó y le cantó a su cuarta nieta Txalo pin txalo. Fue lo último que hizo con alguna consciencia”, se emocionan.

Paul dio a Euskadi cinco hijos. Con su primera esposa, la también durangarra Txaro Beobide, tuvieron a Amaia y a los fallecidos Idoia y Aitor. Con su actual mujer, Socorro Salazar, nacieron Jon Paul y Jone Miren.

“Un hombre de bien” El exsenador Iñaki Anasagasti y también exdirector de Radio Euzkadi le recuerda como “un hombre de bien, un gran abertzale, un sostenedor de la emisora, un gran amigo”. La profesora universitaria Leyre Arrieta, que ha estudiado este ente, no conoció a Paul, pero sí reconoce su labor como la del resto de “jóvenes locos que se embarcaron en aquella aventura de montar una radio en la selva. Siempre guardaron el secreto de dónde estaba. Incluso decían que emitían desde un barco en Noruega. Fue una odisea”.