Bilbao - Las medidas fiscales que trasladan a sus autores los costes ambientales de determinadas actividades económicas o el uso de productos contaminantes que “tienen un impacto negativo, comprobado y específico” sobre el medio ambiente van tomando cuerpo en los últimos años. En la CAV, por ejemplo, los ingresos de esta naturaleza representan el 7,8% del total de impuestos. En 2017 se rascaron casi dos mil millones de euros. En concreto, 1.199.417 euros, lo que significa un incremento del 4,7% con respecto a 2016 según el dato facilitado por el Instituto Vasco de Estadística. El análisis por Territorio Histórico concluye que Araba representa el 15,7% con un crecimiento del 8,5% sobre el año anterior; Bizkaia supone el 51,3%, con un alza del 3,8%, y Gipuzkoa el 33%, con una subida del 4,4%.

El informe elaborado por el Eustat detalla que los denominados Impuestos sobre la energía fueron los más importantes hace un par de ejercicios ya que la recaudación ascendió a 1.034 millones de euros, el 86,2% del total. El específico de Hidrocarburos, con 891 millones de euros, fue el más importante. Su cuantía, además, experimentó un aumento del 4,7% con respecto a 2016. La segunda gran categoría, la de Impuestos sobre el Transporte alcanzó los 155 millones de euros en 2017, lo que representa una subida del 4,5% con respecto a 2016. Destaca el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, 134 millones de euros, lo que supuso el 86% de ese grupo.

El documento también expone que los llamados Impuestos sobre la contaminación y recursos representan el 0,9% restante “y tienen una mayor variabilidad interanual; en 2017 aumentaron un 7,8% respecto al año anterior, alcanzando los diez millones de euros”, se indica. Además, la lectura de las gráficas permite comprobar que en relación al PIB, los impuestos ambientales representaron el 1,62%, por debajo del 1,83 estimado para España y del 2,40% de la UE. - J. Fernández