Bilbao- A partir del curso que viene cada centro educativo vasco podrá escoger el tipo de comedor que desea, si catering o de gestión propia. El Departamento de Educación confirmó ayer que cambiará la normativa (del año 2000) que otorgaba el servicio a las empresas de catering, impidiendo cualquier modelo de gestión alternativo. De este modo se cumple una de las reivindicaciones históricas de la Confederación de Familias de la Escuela Pública Vasca (Ehige) y su cruzada por crear unos jantokis más sanos, sostenibles y pedagógicos.

La decisión adoptada no significa que todos los estudiantes comerán a partir de setiembre menús elaborados en la cocina de su centro a base de materias primas de productores locales o ecológicos. No, pero la puerta vuelve a estar abierta una década después. La decisión está en manos de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) y de la comunidad escolar de cada uno de los centros públicos.

Este acuerdo se adoptó ayer en el seno de la comisión de comedores escolares, constituida en 2017 para impulsar una reflexión compartida sobre la gestión de este servicio, de la que forman parte también los departamentos de Salud y Desarrollo Económico, así como representantes de centros públicos, familias y personal de cocina dependiente de Educación. En concreto, la nueva normativa permitirá que los centros que así lo deseen puedan gestionar por ellos mismos el jantoki. Esa gestión comprendería todo el proceso, desde la contratación de profesionales de cocina, hasta la adquisición de los alimentos, así como la gestión de la seguridad alimentaria e higiénica.

Cada centro escolar, a través de su AMPA, tras la aprobación por parte de la dirección, profesorado, personal no docente, ayuntamiento, familias y alumnado -en el caso de los institutos-, podrá desarrollar individualmente la gestión. Por su parte, Educación llevará a cabo una convocatoria de ayudas para facilitar la organización de los comedores a los centros que lo reclamen. Ya hay experiencias piloto que dan testimonio de los beneficios de la gestión directa, como en Larrabetzu, Gernika, Markina o Laukariz. Además, un estudio de la UPV/EHU y las encuestas realizadas por Ehige demuestran que las familias tienen un mayor grado de satisfacción sobre los comedores en las escuelas con la cocina in situ o, como en el caso de Orduña, con la cocina municipal.

El Ejecutivo vasco ha dado el paso tras meses de un trabajo en el que se han participado las familias, la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de Euskadi, las Asociaciones de Desarrollo Rural, el Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de Euskadi, asociaciones como Veterinarios Sin Fronteras e iniciativas como Gure platera gure aukera, Jangurie o Berton bertokoa, entre otros colectivos.