BILBAO - El rectorado de Burdeos ha ordenado paralizar la corrección de 179 exámenes de Ciencias de alumnos de tercero de la ESO de 14 años realizados en euskera la semana pasada en Iparralde, concretamente en los colegios Piarres Larzabal, Xalbador, Manex Erdozaintzi Etxart y Bernat Etxepare, dentro de la prueba para adquirir el título Brevet, una acreditación equivalente al graduado escolar.

Por su parte, la Federación de Ikastolas de Iparralde, Seaska, anunció ayer las primeras medidas ante una decisión que ha calificado de “muy grave”. Hoy padres y docentes se movilizarán ante el rectorado de Burdeos y el próximo día 28, durante la etapa reina de Tour de Francia, llaman a una movilización para visibilizar este problema. En este sentido, el director de Seaska, Hur Gorostiaga, explicó ayer a DEIA que se trata de una situación que no van a “dejar pasar”. “La mayoría de nuestros alumnos sacan buenas notas, pero hay otros con algunas dificultades de aprendizaje. Serán unos pocos pero pueden ser penalizados. Para nosotros es inadmisible que no obtengan el diploma de graduado escolar porque la administración francesa ha decidido no dejar corregir las copias”, proclama. Sobre todo, Gorostiaga no comprende cómo se ha llegado a esta situación “sabiendo que el rectorado había llamado a los correctores y que, de repente, desde París ha llegado una directiva diciendo que esas copias no se tienen que corregir”. No obstante, sostiene que no se trata de un problema de presupuesto. “Es la nueva política de Emmanuel Macron y de su ministro Jean-Michel Blanquer. Buscan erradicar las lenguas que no sean el francés”. “Ya lo advirtió Macron el pasado 20 de marzo cuando afirmó que de la francofonía, -todos los países donde se habla francés-, Francia es el único que solo vive en francés. Se le olvidaron varias lenguas como: euskera, bretón, occitano, catalán, alsaciano, corso y demás lenguas..., bueno no creo que se le olvidaran, fue un aviso que nos dio para lo que nos viene”, subrayó. Sobre esta línea, Gorostiaga se refirió al crecimiento experimentado por las ikastolas, que actualmente cuentan con 3.700 alumnos y se espera que superen los 4.000 el año que viene, y a la falta de plazas de profesorado. “Aumentamos cada año en 200 alumnos y eso demuestra que no es una casualidad lo que está pasando”, indica. “S