Donostia - La Diputación de Gipuzkoa se comprometió ayer a investigar “hasta el final” y depurar “todas las responsabilidades” en relación a las “graves denuncias” interpuestas por diez mujeres víctimas de la violencia machista que esta semana han dado a conocer el presunto trato vejatorio que sufrían en el centro de acogida Bidean, de titularidad foral.
El lunes este grupo de mujeres, todas ellas exusuarias de Bidean, informó de que había puesto en conocimiento del Defensor del Pueblo Vasco Ararteko el “trato negligente” y la “vulneración de derechos” sufrida por ellas y sus hijos por parte de los trabajadores del centro Bidean. Entre algunas cuestiones, indicaron que vivían en “condiciones de insalubridad y abandono total”, que sufrían “trato vejatorio” y “humillaciones” por parte de los trabajadores de la Fundación para el Estudio y Promoción de la Acción Social (Fepas), que gestiona el centro, y que, incluso, llegaron a recibir “comida caducada”.
Apenas 24 horas después, en la tarde de ayer, el Ararteko llevó a cabo una inspección de urgencia para “verificar cuáles son las condiciones materiales y la calidad de atención” que reciben las usuarias, actualmente tres mujeres. Además, la Diputación anunció estar “colaborando estrechamente” con el Ararteko, con el objetivo de realizar una “investigación rigurosa” sobre estos hechos, para lo cual, ya se ha abierto un expediente que incluirá las inspecciones oportunas y que permitirá concluir si existieron negligencias o no en el trato. - Iraitz Astarloa