Montse Maritxalar: “La sociedad funcionará mejor si trabajamos en lo que estamos motivados y nos gusta”
La directora de Estudiantes de la UPV/EHU opina que la preparación a la Universidad debería comenzar antes, ya que “el Bachillerato puede condicionar la elección”
Donostia - Entre todas los servicios de orientación (ferias, puertas abiertas, actividades prácticas a alumnos de Bachillerato...), la UPV/EHU atendió el pasado año a más de 18.500 personas. Las dudas por escoger la carrera idónea son constantes entre el alumnado, a pesar de que, como cuenta Montse Maritxalar, la mayoría “tienen claro desde hace tiempo la rama en la que van a estudiar”.
¿Cuáles suelen ser las principales dudas de los alumnos?
-El tipo de preguntas depende de a qué servicio de orientación se dirijan. Las más habituales tienen que ver con el corte de entrada y si para ciertos grados un Bachiller tiene prioridad o no. A veces la gente no está bien informada y empieza el Bachillerato sin saber que el suyo no es el más adecuado. Por ejemplo, un alumno que quiere realizar estudios de ciencia, con un cinco de media en un bachiller de esa especialidad entra antes que uno con un diez en uno de letras. Otras consultas suelen ser sobre las plazas que se ofertan y en qué campus se estudian. En las ferias se suelen hacer preguntas más concretas como las prácticas o las becas.
En general, ¿vienen con la idea clara de qué es lo que quieren estudiar?
-Hay de todo. Normalmente, la rama de conocimiento sí la suelen tener clara, aunque a veces, no la saben identificar. Hay estudiantes que quieren estudiar Psicología y no la sitúan en la de la Salud. También hay mucha gente que con las carreras solo ve sota, caballo y rey. Esto es, profesor, médico o ingeniero, cuando la oferta es mucho más amplia. Los padres, muchas veces, no conocen el tipo de grados que existen desde la implantación de Bolonia, por lo que es interesante que estos también acudan a las ferias y se informen de las posibilidades de las nuevas carreras.
A este respecto, ¿eligen la carrera pensando más en el mercado laboral o en sus gustos?
-Yo siempre lo he tenido claro. Lo que le gusta a una persona y su motivación es lo primordial. La mayor parte de tu vida la vas a dedicar a lo que estudies, por lo que hay que hacer algo que te motive. Además, como hay una gran oferta de grado, existe también una mayor oferta en la rama de lo que te puede gustar. Por eso, es importantísimo que los estudiantes de primero de Bachillerato, e incluso los de cuarto de la ESO, empiecen a enterarse de lo que hay. Que no esperen a segundo, porque hay gente que con la presión de la selectividad está nerviosa y solo está mirando la nota. Asimismo, a la hora de indicar las opciones de acceso, en primer lugar hay que poner la que se quiere, no la que más opciones tienes para entrar.
¿Qué grados son los más solicitados?
-Las Ciencias de la Salud y las Ingenierías son las dos ramas con mayor tasa de empleo. Sin embargo, donde menos gente entra es en las Ingenierías. Entre las empresas hay una preocupación porque va a existir una necesidad. Por otro lado, aunque todos los grados tienen su cupo de plazas, hay algunas como las de la Educación que parecen estar de moda. Además, hay titulaciones que están muy sesgadas desde el punto de vista de género, tanto masculino como femenino. En las Ingenierías hay un techo de cristal en torno al 30% para las mujeres, y en las relacionadas con los cuidados y la educación, los hombres son minoría. Pienso que tendríamos que tener la preocupación en los dos sentidos ya que a veces lo hacemos porque en las Ingenierías no hay mujeres, cuando también tendríamos que preocuparnos de que en las ramas de las Ciencias de la Salud este el hombre.
¿Cómo es la inquietud por las nuevas carreras? ¿Preguntan por las que todavía no existen y que puede demandar el mercado laboral del futuro?
-Sí, sí que preguntan. Lo que pasa es que las estadísticas de Lanbide de mercado laboral salen a los tres años de terminar los estudios, por lo que los datos de los nuevos grados son muy escasos. Creo que el mercado está todavía asimilando a las nuevas titulaciones, pero si han surgido es porque existe una demanda.
Imagino que también buscarán información sobre movilidad.
-Preguntan mucho, y por eso, desde este año, ofrecemos charlas exclusivas sobre ello. Es importante que conozcan que pueden irse de Erasmus, pero que también pueden hacer una doble titulación con una universidad europea.
¿Hay alumnos que vienen con la idea de estudiar aquí y ejercer fuera?
-Creo que cuando una persona está entrando a la universidad no está pensando en eso. Puede haber alguno, pero en general esa inquietud va surgiendo con el paso de los años. Durante la formación, muchos estudiantes se dan cuenta que tienen ganas de investigar, y deciden irse fuera a hacer un máster antes de regresar para realizar un doctorado. Antes de entrar a la Universidad, no creo que sea el momento para pensar en ello.
También habrá casos de alumnos que saben qué quieren estudiar, pero ven que sus notas no son suficientes.
-Sí, y es fundamental orientar bien a esa persona por lo que te comentaba antes. Si quiere hacer Medicina, pero por miedo de que no le de la nota no lo pone como primera opción, se queda fuera de la lista de espera. En cambio, si lo marca pero en la primera vuelta no lo supera, tiene muchas más opciones de entrar, porque siempre hay alumnos que deciden irse finalmente fuera. Tienen que seleccionar las carreras según sus preferencias y tratando de que sean de la misma rama de conocimiento. Por eso, es muy importante incidir desde 4º de la ESO, ya que el Bachiller puede acabar por condicionar la elección universitaria.
A la hora de hacer esa selección, ¿qué influencia tienen los padres?
-Es difícil saberlo, no controlamos lo que pasa en cada familia. Creo que la sociedad está avanzando y cada uno hace lo que realmente le motiva. ¿Lo otro existe? Seguro. Pero los jóvenes tienen que luchar por lo que creen que les va a motivar en la vida. La sociedad funcionará mejor si trabajamos en lo que estamos motivados y nos gusta. Si trabajamos en lo que creemos y no por cuestión económica, esta tirará hacia adelante.
Ha hablado de alumnos de Bachiller, pero también acudirán estudiantes de Formación Profesional.
-Así es. Estos normalmente tienen más claro lo que quieren, ya que de FP acuden desde una rama concreta. En algunos casos, con 16 años, no se sabe lo que se quiere hacer por lo que ir a un Módulo Superior y a los dos años, con un nivel de madurez mayor, la situación puede ser muy distinta. Cada familia tiene que ver si el mejor camino es ir directamente a la universidad o pasar por algún módulo antes.
¿Qué recomendaciones le daría a un alumno de Bachiller que en estos momentos debe decidir su carrera?
-Primero que busque estudios que le motiven y en los que pueda aportar algo como persona. Tenemos que crear personas comprometidas con la sociedad, que la ayuden a mejorar, y eso solo puede hacerse desde la motivación. Luego, que tenga en cuenta la formación multilingüe. Si ha estudiado en euskera, que lo siga haciendo. En el mercado laboral hay que arreglárselas con los dos idiomas y muchos se piensan que estudiando en castellano tienen más posibilidades, cuando es lo contrario. Y luego está la cuestión del género: que intente no guiarse por estereotipos. Tanto hombres como mujeres tenemos las mismas habilidades y aunque en sí es un reto de la sociedad, le animaría a olvidarse de si es una profesión con más hombres o mujeres.
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