Bilbao - El alcalde que labró la democracia en Igorre falleció el pasado 24 de junio a los 82 años de edad. José Ramón Bustinza Arriortua fue regidor de la localidad arratiana entre 1979 -tras la dictadura de Franco- y 1987. Según narran quienes mejor le han conocido, este hombre nacido en Artaun (Dima) y representante del PNV, no cobró durante la primera legislatura y fue miembro cofundador en 1963 de la sociedad cooperativa BATZ -hoy Grupo Batz con más de mil empleados en el mundo-, así como juez de paz y presidente de la Hermandad para fallecimientos de San Juan en Igorre.

Como alcalde, Bustinza, junto a su equipo, pusieron en marcha un ayuntamiento democrático y partió con 12 de millones de pesetas de las de entonces como presupuesto ordinario. Así lo recuerda su gran amigo Manu Legarreta, teniente de alcalde en aquellos difíciles tiempos. “José Ramón era muy cristiano, de caserío, y tenía muy interiorizado el auzolan, el trabajo comunitario. De ese modo, sacó adelante mucho de lo que se proponía. Perdía dinero...”, rememora Legarreta.

Con Bustinza, Igorre conoció el asfaltado de todas sus calles, algo hasta entonces impensable. A continuación, mejoró el saneamiento en dos fases. Puso en construcción el polideportivo y consiguió que unas impensables tierras de una empresa acabaran convirtiéndose en industrialdea.

Habla otro amigo de Bustinza que prefiere permanecer en el anonimato. “La labor que hizo José Ramón es de aplaudir, de que lo sepa la gente. Hubo que ir a Madrid para conseguir los terrenos que acabaron siendo industrialdea. Eran de una empresa que había fracasado con despacho en el edificio Albia, pero con abogados en Madrid. Por medio del parlamentario Iñigo Agirre y por medio del marianista José María Bilbao Elordui, que presidía el colegio El Pilar de Madrid, se acabó dando con la persona encargada. Se negoció allí y se logró comprar el terreno por 600 pesetas”, enfatiza.

José Ramón Bustinza Arriortua nació el 3 de junio de 1935 en Artaun (Dima). Estudió en los marianistas de Igorre y en Salesianos de Deusto. Contrajo matrimonio con Lourdes Pujana, mujer de Igorre a la que conoció en la boda de un buen amigo, y tuvieron descendencia. Era “un gran muslari y mejor tutelari”, aseguran.

Legarreta recuerda a Bustinza como un hombre “con un corazón como él de grande, que lo era. Era un gran trabajador y miembro fundador de la cooperativa BATZ. Era un ejemplo para todos porque no cobró la primera legislatura ni meses en BATZ para que saliera adelante. Y encima, hacía horas extras. Fue una apuesta para que Arratia no viviera solo de la agricultura y ganadería”, aporta.

Durante la segunda legislatura tanto alcalde como concejales comenzaron a cobrar en Igorre. “El alcalde cobraba 18.000 pesetas, el teniente de alcalde 13.000 y los concejales 8.000”, evoca.

A juicio de Manu, José Ramón era una “persona reservada y muy directa. Si él echaba un bertso, también sabía encajar la respuesta. Abertzale y jelkide, cristiano, esposo, padre y amigo excepcional. Era una persona de una palabra y de una pieza. El ejemplo dejado por él estará siempre presente entre nosotros”, subraya Legarreta.

Un amigo aporta que recordará siempre a Bustinza como una persona “entrañable. A primer golpe de vista podía parecerte serio, pero luego era muy humano, íntegro”.

El Ayuntamiento de Igorre, a través de las redes sociales, también ha despedido a su exalcalde agradeciéndole la entrega efectuada a favor de la democracia en aquellos primeros años tras el franquismo.