Donostia - La abuela materna de Julen, el niño de 13 años que fue encontrado muerto con una cuchillada en un piso de Donostia, aseguró ayer que su nieto sabía que las huchas con dinero ya no estaban en la vivienda, ya que habían sido recuperadas días antes del fallecimiento del menor por ella misma y su hija, que acudieron al domicilio con intención de retirar la ropa de temporada y algunos objetos de valor.

La testigo dio a entender, en la octava jornada del juicio con jurado que se sigue por estos hechos en la Audiencia de Gipuzkoa, que su nieto sabía que las únicas huchas en las que se guardaba dinero en aquella casa eran un cerdito, en el que el propio niño ahorraba con la intención de hacer un regalo a sus tres hermanos en las fechas navideñas, así como otras tres, con forma de tubo de metal.

La defensa del padre de Julen, para el que la Fiscalía y la acusación particular piden 18 y veinte años de cárcel, respectivamente, por un delito de asesinato, sugiere que la muerte del niño, ocurrida el 1 de diciembre de 2011, fue producto de un accidente cuando el menor se clavó él mismo un cuchillo en el pecho mientras intentaba abrir la tapa de una hucha con forma de casco.

Respecto a estas huchas, una propiedad de Julen y otra, de uno de sus hermanos, la abuela dijo que tenían una función decorativa, pero que no guardaban dinero. La testigo señaló que, aunque Julen quería a su padre “a su manera”, él no recibía el mismo cariño por parte de su progenitor quien en ocasiones le pellizcaba y le hacía llorar, entre otros desaires. - Efe