Hace mucho tiempo que ya no asisto a la fiesta de La Madalena en mi pueblo, Elantxobe.

Entonces recibíamos una invasión de incívicas hordas embriagadas de alcohol y ardor juvenil que defecaban y orinaban en nuestros portales y saqueaban nuestros bares. En su inmensa mayoría no eran bermeanos. No les queríamos en el pueblo. Afortunadamente aquella situación se ha reconducido limitando la llegada de visitantes, ahora en su mayoría bermeanos, más maduros y menos ardorosos, quienes son bienvenidos.

Pero siempre se cuelan algunos indeseables que se dedican a apropiarse de lo que no les pertenece, como algunas mangueras de baldeo del pantalán ó algún que otro remo ó bichero de las embarcaciones amarradas. No le deseo al de la manguera que se le pudran sus pimientos ó a los otros que se empotren contra el muelle, sino que se den cuenta, cuando sostengan lo robado en sus manos, que avergüenzan a todo Bermeo. Que no vengan más por aquí. Estoy seguro que no son bermeanos.

Gora Madalena Eguna !