Bilbao - Cambiar de imagen está al alcance de la mano y Euskadi también se apunta al boom de la cirugía plástica, donde las intervenciones no dejan de crecer. A pesar de los tiempos de crisis, el sector sigue boyante. En concreto, en los últimos dos años esta cirugía ha experimentado un repunte superior al 20% en la CAV. Y es que, aunque la sociedad vasca es a menudo tildada de conservadora, la estadística es similar a la del resto de España, que es el quinto país del mundo en operaciones de cirugía plástica.
Por ello los más destacados cirujanos plásticos se darán cita en el Palacio Euskalduna de Bilbao desde hoy con motivo del 52º Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre). Esta es la segunda vez en la historia que Bilbao acoge el congreso de esta sociedad a nivel estatal, la primera fue hace cuarenta años, en 1977.
La cirugía de mama sigue siendo la estrella en cuanto a volumen de intervenciones. Y las mujeres siguen siendo las que más se someten a estas cirugías, en un porcentaje del 90%. “La cirugía de mama es la más demandada. Las chicas más jóvenes se hacen aumentos de pecho; después de la maternidad se recolocan los senos; una vez pasada la menopausia, se suele optar por subir la mama y también por reducirla”, explica el doctor Ricardo Ruiz de Erenchun, cirujano plástico y presidente del Comité Organizador de este Congreso.
Sin embargo, disimular el paso de los años no es un objetivo exclusivamente femenino porque los hombres también se incorporan paulatinamente. En los últimos años se ha triplicado el número de varones vascos que se suman a estas técnicas. “Por una parte, el público masculino es algo más reacio porque parece una actividad que está más decantada hacia el público femenino. Eso es verdad porque el porcentaje está en 90% frente a un 10%. Pero en estos años el porcentaje ha aumentado exponencialmente porque antes eran dos o tres hombres de cada cien. Y ahora hablamos de diez de cada cien”, precisa Ruiz de Erenchun.
En el sector masculino prima la liposucción y la cirugía de los párpados o blefaroplastia, que consiste en la extracción de la grasa y el exceso de piel y músculo de los párpados. “Incluso también cirugía de nariz, debido a traumatismos laborales, etc.”, matiza el experto.
El perfil de la persona que acude a estas clínicas es el de un ciudadano de a pie, ya que la cirugía estética se ha popularizado y los pacientes son desde funcionarios a autónomos o trabajadores que hacen un esfuerzo económico que ven recompensado en su día a día ya, al reforzar su autoestima.
Los meses previos al verano son los mejores para someterse a este tipo de operaciones debido a que los posoperatorios requieren varias semanas de recuperación.
Junto a las novedades y las técnicas con más tirón, el congreso abordará el intrusismo, que es otro de los problemas que padece el sector. La Secpre denuncia que existen unos 9.000 médicos que realizan intervenciones de estética sin tener la titulación oficial y se aventuran a hacer cirugía plástica buscando una rentabilidad, pero también muchos problemas.
Cirugía reparadora El congreso no solo se centrará en el aspecto estético, sino también en la cirugía reparadora, como es la cirugía reconstructiva tras una mastectomía. “Trabajamos con muchas aseguradoras y con muchos pacientes para hacer reconstrucciones mamarias. Es fundamental para la mujer la reconstrucción porque la mama es un símbolo esencial de la feminidad. La mujer lo primero que quiere es estar sana y curarse. Pero también quiere verse bien y para eso estamos nosotros”, asegura Ruiz de Erenchun.
Sin embargo, las listas de espera en la sanidad pública para estas intervenciones son muy largas. “Se detectan más cánceres de forma temprana que son susceptibles de una reconstrucción y eso también satura los sistemas públicos de salud”. Este servicio también reconstruye otro tipo de patologías oncológicas, como tumores de cabeza y cuello, o reconstrucción de partes blancas, sarcomas, etc., donde la cirugía plástica es fundamental para reparar grandes defectos que se producen después de cirugías oncológicas. Todo ello sin olvidar la atención a los pacientes quemados, otros de los grandes beneficiarios de esta disciplina.