Gipuzkoa acomete la “solución definitiva para los residuos”
Las obras de la incineradora arrancaron ayer y el complejo estará finalizado en otoño de 2019
Donostia - Gipuzkoa inició ayer su particular cuenta atrás para disponer, definitivamente, de un complejo de tratamiento de residuos que le permita en opinión del diputado general, Markel Olano, y del responsable de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, dar una “solución definitiva” al problema de los residuos. A partir de este momento, solo 30 meses harán falta para que los camiones comiencen a llegar al complejo medioambiental de Zubieta, un macroespacio con cuatro infraestructuras de tratamiento de residuos, entre las que se encuentra la incineradora -eje central del proyecto-, que harán de Gipuzkoa un territorio autosuficiente en esta materia.
Las obras en Zubieta arrancaron oficialmente ayer, con un acto institucional encabezado por Olano y Asensio, quienes visitaron los trabajos que desde el lunes se están llevando a cabo sobre el terreno. Y lo hicieron acompañados por los máximos representantes de la sociedad Ekondakin, encargada de construir y explotar el complejo medioambiental durante los próximos 35 años, y que está liderada por Urbaser y formada por Meridiam, LKS, Moyua, Murias y Altuna y Uria. Asimismo, el acto estuvo precedido por una concentración que se desarrolló en la rotonda de Merca Bugati, en la que medio centenar de personas echaron en cara a los responsables forales que continúen adelante con un proyecto que genera discrepancias entre la ciudadanía.
obras en dos fases Las obras se desarrollarán en dos fases: en la primera, la iniciada ayer, se construirán la planta de tratamiento mecánico biológico (TMB) y la incineradora propiamente dicha; mientras que, en una segunda, que se licitará el próximo año, se ejecutarán una planta de biometanización y otra de maduración de escorias. La construcción de las cuatro plantas discurrirá en paralelo, de tal forma que todo el complejo estará finalizado en otoño de 2019.
Para Markel Olano, la puesta en marcha de las obras supone para Gipuzkoa “poner sobre la mesa hechos concretos, y no solo palabras bonitas”. “En Gipuzkoa tenemos fama de atascarnos en debates infinitos y hoy nos demostramos a nosotros mismos que somos capaces de superarlos para que Gipuzkoa avance”, aseveró el diputado general, quien manifestó que el equipo de Gobierno que él lidera ha sido capaz de “resolver” el problema de la gestión de los residuos -convertido en unos de los ejes estratégicos de sus planes para esta legislatura- y “hacerlo desde los mayores parámetros medioambientales”. A este respecto, el diputado general señaló que desde la Diputación van a ser “muy transparentes” con la información relativa a la planta.
Estos mismos argumentos fueron defendidos por José Ignacio Asensio, quien consideró que el comienzo de las obras supone una “muy buena noticia” para Gipuzkoa, ya que permite “dejar atrás los años en los que se ha intentado paralizar la decisión tomada por los guipuzcoanos sin presentar ninguna alternativa viable”. Además, el regreso de las excavadoras de Zubieta permite a los responsables forales “cumplir” su palabra.
emisiones reducidas al mínimo Según explicó el director general de tratamiento de Urbaser, Carlos Abilio Pérez, el complejo de Zubieta dispondrá de una tecnología “muy avanzada” cuyo cometido será la reducción al mínimo de las emisiones. En este sentido, recordó que estas serán 15 veces menores a las que se permiten en una cementera, 10 veces menores que las autorizadas en la siderurgia o 75 veces menores a las consentidas en la industria química. Insistió en que se implantará un sistema de depuración de gases que permitirá reducir en un 70% las emisiones de dioxinas que fija la normativa europea.
En lo que respecta al desarrollo de las obras, Carlos Abilio Pérez expuso que en octubre concluirán los movimientos de tierras y se comenzará a trabajar en la cimentación del edificio. Desde Ekondakin calculan que en abril de 2018 ya estará construida la estructura de la planta de TMB, además de que comenzarán a llegar a Zubieta los equipos de la planta de valorización energética -de los que se encargará la empresa especializada alemana Steinmuller- . De esta forma, esperan que para finales de 2018 pueda concluirse el montaje de los equipos y comenzar con los trabajos de electricidad, todo ello para que en septiembre de 2019 las obras estén en la fase de prueba.
Todos estos trabajos requerirán de una inversión por parte de las empresas de 217 millones de euros, mientras que el Consorcio de Residuos (GHK) abonará 24 millones de euros por su utilización. Esto arrojará una factura de 768 millones de euros durante los 32 años en los que estará vigente el contrato de explotación.
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