Bilbao - Ha habido mucha reserva de última hora, y puede que todavía lleguen más. Plazas libres hay; pocas eso sí porque la ocupación hotelera es del 90% en el conjunto de la CAV para los cuatro días propiamente dichos de Semana Santa. Y la mayoría de las personas que visitarán la geografía vasca, ocho de cada diez, llegarán desde distintos puntos del Estado español ya que se trata de un periodo vacacional más propicio para desplazamientos internos.

Unas buenas perspectivas -serían unas 40.000 pernoctaciones, según cálculos ofrecidos por el consejero de Turismo, Comercio y Consumo, Alfredo Retortillo- que además, estarán acompañadas de un escenario estable en lo meteorológico. Las previsiones de Euskalmet anuncian un arranque de Semana Santa bajo la influencia de un anticiclón cuyos efectos se dejarán notar este mismo fin de semana gracias a la entrada de viento sur y el correspondiente aumento del mercurio hasta “valores altos para esta época del año” valoraban. Aunque a partir del Jueves Santo la incertidumbre sigue siendo alta, la probabilidad de que el tiempo se mantenga estable y con temperaturas agradables también es elevada debido al influjo de ese anticiclón que seguirá presionando para mantener una meteorología benévola para el sector turístico vasco, tanto de interior como de costa.

Y es que, tal y como subrayó ayer el consejero Retortillo, las perspectivas son “optimistas” porque la tasa media de ocupación hotelera es “bastante uniforme en todo el territorio”. En concreto, Destino Bilbao da cifras del 92% del jueves al sábado de Semana Santa, mientras que Aspegi -hoteles de Gipuzkoa- estima un 90% de ocupación durante esos mismos días, en ambos casos similares a las del año pasado y con un grado “muy elevado” de reservas de última hora. En Rioja Alavesa la previsión de ocupación se sitúa en el 95% desde el jueves hasta el lunes, apostillaba el consejero de Turismo, Comercio y Consumo.

Con relación a las casas y alojamientos rurales, Nekatur (Asociación dedicada al agroturismo en Euskadi) prevé superar el grado de ocupación alcanzado en la Semana Santa del pasado año. Así, se mueve en una ocupación ligeramente superior al 85% para las cuatro noches de Semana Santa: con un 83% en Araba y Bizkaia, y un 86% en Gipuzkoa, “a falta de las reservas de última hora”, puntualizaban desde el Departamento. Las previsiones que tiene sobre la mesa el sector hotelero reflejan un suave descenso para las das últimas jornadas de Semana Santa, los días 16 y 17, ya que son días laborables y no festivos en buena parte del Estado y, como insistieron tanto Retortillo como la viceconsejera de Turismo, Isabel Muela, el grueso de las personas que se acerquen a Euskadi serán de esos lugares.

En cualquier caso, el titular del Departamento de Turismo, Consumo y Comercio, estimó que serán unas cuarenta mil pernoctaciones en el conjunto de la CAV. Una cifra a la que habría que añadir las excursiones de solo un día. Se calcula también que cada turista gaste una media de 133 euros cada día que pase en la geografía vasca.

“Sensación desértica” Preguntado por los horarios comerciales y el hecho de que Bilbao, por ejemplo, sea comparado con un páramo los fines de semanas y festivos [el propio consejero habló de “sensación desértica, lo contrario a un estímulo para que nos visiten en Semana Santa”], Retortillo indicó que más allá de la ley -cualquier comercio con menos de 150 metros cuadrados puede abrir-, “se trata más de una cuestión de usos y costumbres. En Donostia y la Rioja Alavesa abren todos los días” agregaba, por su parte Isabel Muela.

La solución a este debate que periódicamente se abre en la sociedad, pasaría por lograr que el turismo se consolide como “nicho de negocio” de manera que los comerciantes vean las ventajas de abrir los días festivos, opinó el consejero. En definitiva, subrayaba Retortillo, “convencer y ayudar a que construyamos un turismo sostenible, que reporte beneficios a la población” zanjó.

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