Óscar, un paciente de 47 años, es la primera persona a nivel estatal en recibir un corazón artificial total. Vecino de una localidad navarra, padecía una miocardiopatía dilatada grave con fallo de la función de los dos ventrículos. Debido a esta enfermedad, Óscar era evaluado con frecuencia por la Unidad de insuficiencia Cardiaca del Complejo Hospitalario de Navarra. Al agravarse su situación, en agosto de 2015 fue derivado a la Clínica Universidad de Navarra con indicación para un trasplante cardiaco. Antes de esta operación, que se realizó el pasado 21 de septiembre, el paciente llevaba más de un año en lista de espera para trasplante debido a la dificultad para encontrar un donante adecuado a sus características. Hoy, Óscar se recupera satisfactoriamente de esta complicada y exitosa operación. “Antes casi no podía ni atarme los zapatos”, cuenta el paciente, quien afirma haber mejorado muchísimo respecto a su situación previa a la operación.

Gregorio Rábago, director de Cirugía Cardiaca de la Clínica Universidad de Navarra, detalla cómo la descompensación cardiaca que sufría Óscar intensificó la frecuencia de los ingresos hospitalarios. Por ello, tras su última estancia en la CUN -de más de un mes de duración- y ante una escasa respuesta del paciente al tratamiento médico, se decidió intervenirle para implantarle un corazón artificial total que haría las funciones de su órgano cardiaco. Tras un mes en la UCI de la CUN y una semana en la Unidad de Cuidados Intermedios, el paciente lleva tres semanas hospitalizado en planta y pasea de forma autónoma por el interior y exterior del centro, a pocos días de volver a su casa.

la cirugía Gregorio Rábago, junto con los especialistas Mayte Basurte, jefa de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del Complejo Hospitalario de Navarra, Juan José Gavira, cardiólogo responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca de la CUN y Leticia Jimeno, enfermera coordinadora de asistencias mecánicas circulatorias cardiacas, explican que el pasado mes de septiembre, el equipo de Unidad de Insuficiencia Cardiaca del CHN, junto al equipo de la CUN, determinaron la necesidad urgente de implantar el nuevo dispositivo como puente a un trasplante cardiaco. “El mes anterior a la intervención, la gravedad del paciente había llegado al punto de tener que permanecer ingresado permanentemente conectado a una bomba de perfusión continua, sin poder ir a su casa”, cuenta Rábago, por lo que el 21 de dicho mes se procedió a la intervención quirúrgica para implantar al paciente el nuevo dispositivo SynCardia. “No me lo pensé dos veces porque era consciente de la gravedad de mi estado. Realmente no tenía otra opción”, cuenta Óscar.

Los especialistas tomaron la decisión de implantarle el corazón artificial “con la idea de detener el deterioro y recuperar así su estado físico hasta la llegada de un trasplante cardiaco, ya sin la urgencia de permanecer en riesgo vital”. De hecho, aunque en Europa el corazón artificial solo está permitido como solución intermedia a un trasplante, en Estados Unidos la indicación ya se está valorando como terapia definitiva, también denominada “terapia destino”. El corazón artificial implantado sustituye la función completa del corazón, en concreto, de sus dos ventrículos. Se trata de un dispositivo pulsátil y neumático, “utilizado como puente al trasplante en aquellos pacientes cuyos ventrículos no pueden bombear suficiente sangre para que puedan sobrevivir”, detalla Leticia Jimeno.

El paciente permanecerá ingresado hasta que los especialistas valoren que su estado de salud es favorable para acudir a su domicilio. A partir de ese momento, podrá realizar una vida casi normal gracias a una consola portátil desde la que controlará el funcionamiento del dispositivo. Óscar deberá portar la consola en un bolso o mochila, la cual irá conectada siempre al corazón artificial y dispone de dos baterías, con una autonomía entre las dos de dos o tres horas. Además, tendrá más baterías de repuesto, con lo que ganaría una autonomía de unas 9 horas cada día.

Hasta la fecha, los implantes de dispositivos artificiales realizados en el Estado con éxito han correspondido a dispositivos de asistencia ventricular izquierda. En la actual intervención, en cambio, se produce una sustitución total del corazón por el nuevo dispositivo que ocupa su lugar.