Bilbao - Desde Sareen Sarea, “la red de redes del Tercer Sector Social de Euskadi”, han seguido de cerca la redacción y tramitación de la Ley aprobada ayer por el Parlamento Vasco y que da respuesta a “una vieja aspiración”.

¿Esta Ley es muy importante para el Tercer Sector?

-Su aprobación es muy relevante. Hace años que las organizaciones estamos demandando un instrumento como esta Ley para tener la suficiente cobertura jurídica. Las entidades somos asociaciones, fundaciones, tenemos diversas formas jurídicas pero no teníamos una ley que nos definiese como Tercer Sector.

¿Les da personalidad jurídica?

-No, la personalidad jurídica ya la teníamos pero ahora está más claro para la sociedad quién es y quién no es el Tercer Sector social y qué hace. La Ley es relevante para el futuro porque nos permite concienciar a la sociedad de nuestro papel, nos respalda en lo que hemos venido haciendo, lo que hacemos en estos momentos y la que haremos en los próximos años. Esta Ley no solo define el Tercer Sector Social sino que nos sitúa como un agente importante en lo relacionado con el bienestar y la construcción de una sociedad más inclusiva y solidaria.

La Ley ha llegado en un momento en que el papel y la actuación de las organizaciones del Tercer Sector está siendo muy importante para paliar los efectos de la crisis.

-A nuestro juicio la necesidad del Tercer Sector se plantea en todos los momentos y coyunturas. En momentos de crisis, como hay más personas en peor situación, todos vemos su labor con mayor sensibilidad y nos llama más la atención, pero nosotros vemos que el Tercer Sector tiene un papel importante sea cual sea el momento económico y social que vivimos y su capacidad como agente social también es relevante sea cual sea el protagonismo de otros agentes, como la Administración pública.

Un aspecto clave de la Ley es el que se refiere a la participación del Tercer Sector en el diseño de las políticas sociales.

-Ahora se eleva a rango de ley lo que venía siendo práctica habitual en alguna de nuestras administraciones y lo impulsa. Con el Gobierno vasco, por ejemplo, es habitual tener cauces de colaboración y participación a través de la Mesa de Diálogo Civil, los consejos de Bienestar Social, de Empleo, y otros foros de discusión. Esa participación se eleva a rango de ley y se propone al resto de administraciones que adopten ese sistema de funcionamiento para que el Tercer Sector contribuya al diseño de sus políticas sociales como un agente más.

¿Por qué es importante su aportación?

-Nosotros estamos trabajando directamente con la gente y ese trabajo nos permite detectar situaciones de necesidad y problemas. Incluso hemos ensayado soluciones, propuestas de mejora y de transformación social, acciones de sensibilización dirigidas a la propia sociedad. A la hora de diseñar las políticas sociales que procurarán el bien de la ciudadanía en el futuro, nosotros tenemos muchas cosas que aportar.

¿Hay algún aspecto importante para el Tercer Sector que se haya quedado fuera de la Ley?

-Creo que la Ley recoge suficientemente los aspectos necesarios, aunque hay algunas cosas que se han quedado por el camino. Sin embargo, tengo que decir que el trabajo parlamentario ha servido para mejorar algunos aspectos. También ha habido un diálogo muy importante entre las distintas fuerzas políticas y el Tercer Sector Social.

¿Cuál es la principal preocupación del Tercer Sector?

-Cada organización podría decir una cosa distinta, pero que dentro del sector vayamos trabajando más colaborativamente entre nosotros y con otros agentes creo que es una de las claves importantes y una preocupación común.