ENTRE el sueldo base y las guardias cobrareis unos 2.000 euros al mes, eso fijo”, prometió Beatriz, la residente que ejerció de cicerone a cuarenta becarias -apenas hay un puñado de chicos- interesadas en hacer la residencia en Pediatría de Cruces y que ayer hicieron una visita guiada a la unidad. Este grupo formaba parte de los más de 250 futuros médicos residentes que visitaron el hospital de Cruces en una jornada de puertas abiertas para facultativos en prácticas. Un gran centro, muchos pacientes y muchas patologías, y un hospital de referencia que da servicio a 400.000 personas, era el lema esgrimido por el hospital para captar aprendices. Las preguntas más oídas giraron en torno a guardias, turnos, rotaciones, el ambiente laboral, o qué pasaba con las libranzas si haces horas extras... “Entre cuatro y seis guardias al mes, y dos fines de semana libres”, recitó Beatriz. “¿Cuántas horas se duerme cuando te toca en Urgencias de noche?”, preguntó otra médico recién graduada cubriéndose de gloria. En fin, pura vocación.

Solo María, de Barcelona, -y que ha visitado hospitales como La Fe-, se interesó por el potencial del servicio o por dónde se aprende más. “Urgencias Pediátricas es la más potente, pero también Intensivos, Neonatal...”, aventuró Beatriz. Otra voz asomaba tímida. “Cuando vamos a Urgencias no estaremos solos ¿verdad? “Tranquilos siempre tendréis un adjunto supervisando”, les tranquilizó.

Han cursado seis años de carrera, han estudiado un año para examinarse del MIR el pasado febrero y, han sobrevivido después de haber conseguido apear a casi la mitad de candidatos. En mayo empezarán los cuatro o cinco años de residencia, dependiendo de la especialidad. Sin embargo, en esta primera toma de contacto, se aprecian pocas inquietudes médicas y muchas más de índole laboral. Los horarios y la calidad de vida se imponen, a pesar de sus veintipocos años.

Este año, Cruces ofrece 63 plazas MIR repartidas en 35 especialidades y siete plazas de enfermera interna residente de matronas. Con la mirada puesta en la asignación de puestos que comienza el 14 de abril, ayer visitaron el hospital dos centenares de futuros residentes y casi la mitad procedían de comunidades como Cantabria, Asturias y Nafarroa. Pediatría es una de las unidades clínicas más cotizadas. “Aquí se ve a todos los niños y si es necesario consultamos con los especialistas, no les derivamos directamente. Les sacamos cuerpos extraños, les inmovilizamos si tienen un trauma, es un servicio muy completo” .

Neurología es otra top del hospital y también Cirugía Plástica, por ser centro de referencia de grandes quemados. Irati Urinaguena, residente en Reumatología, entiende que Pediatría sea una de las unidades más demandadas porque ofrece todas las subespecialidades. “Pero este es un hospital muy grande, por eso no hay que hacer prácticamente rotaciones para ver cosas concretas de cada especialidad. Aquí se ve prácticamente de todo”, aclaraba. “Se hace un trabajo multidisciplinar que permite investigar, atender a los pacientes de forma transversal, y aprender también de otros servicios porque además de la gran cantidad de población que abarca también atiende a muchos pacientes de la zona norte”, declaró.

El cántabro Ramón Fernández Pereda, MIR 1 de Urología, también animó a sus colegas a decantarse por Cruces. “Ofrece toda la cartera de servicios y podréis ver mucha variedad de patologías. Si os formáis aquí, va a ver pocas cosas que os puedan sorprender luego”, aseguró. Aleccionó a sus compañeros sobre preocupaciones cotidianas como, por ejemplo, el alquiler de piso. “Resulta fácil -les dijo-, en Bilbao el mercado inmobiliario es flexible, y el euskera no es una barrera para ejercer porque siempre habrá alguien que os eche una mano”.

Ibone, residente de matronas, también vendió las excelencias de Cruces, un centro donde cada día hay 14 partos, un total de 5.360 el año pasado. “Entusiasmo, esfuerzo y ganas de aprender a pesar de la exigencia”, resumió con la lección bien aprendida.