GASTEIZ. En un comunicado, esta asociación, creada para defender el uso de estos dispositivos alternativos al cigarrillo, ha recordado que alrededor de 400 científicos, médicos y especialistas de la salud han trasladado al Gobierno Vasco su disconformidad con la restricción que quiere imponer al cigarro electrónico ya que "no hay estudios científicos ni médicos" que la respalden.

El proyecto de Ley de Adicciones, que podría ser aprobado esta misma semana en el Parlamento Vasco, permite fumar tabaco en sociedades gastronómicas si así lo recogen sus estatutos y siempre que no haya menores dentro.

En cuanto al cigarrillo electrónico, le otorga la misma regulación que al tabaco, por lo que una vez aprobada la ley estará prohibido el uso de estos dispositivos dentro de los establecimientos hosteleros, en espacios públicos como hospitales, centros educativos y centros de trabajo, así como en zonas infantiles y en medios de transporte público.

Para Anesvap, esta restricción al uso del cigarro electrónico que pretende aprobar Euskadi "es un sinsentido" y "no toma en consideración ni los derechos de los vapeadores (alrededor de 3.000 en Euskadi), ni los estudios científicos que demuestran que el vapor de los 'e-cigs' no supone un impacto en terceros", ya que no se produce una combustión como ocurre cuando se fuma tabaco, sino una condensación.

Por ello, ha instado al PNV reconsiderar su postura y a modificar el texto del proyecto de ley antes de su aprobación para no equiparar estos dispositivos con el tabaco.

La normativa europea sobre estos dispositivos establece límites a su venta, publicidad y consumo pero no prohíbe su uso en lugares de ocio.

El Gobierno español reguló en marzo de 2014 el uso de estos dispositivos en hospitales, centros educativos y edificios de la administración, pero no prohibió "vapear" en bares, restaurantes y otros espacios públicos cerrados.