Bilbao - Por primera vez, quizá desde el Pacto Educativo de 1992, todos partidos sin excepción han sido una sola voz en torno al euskera. ¿El motivo de tan inusual unanimidad? El bajo porcentaje de aprobados del examen EGA, que el curso pasado fue del 26,48%. Ayer todos los grupos de la Cámara Vasca acordaron solicitar al Gobierno vasco la revisión de las pruebas de acreditación oficial del conocimiento del euskera EGA y del resto de perfiles.

La petición llega unos días después de que la viceconsejería de Política Lingüística haya activado ya el proceso. En concreto, el pasado día 2 la Comisión de Seguimiento de Convalidaciones de Títulos de Euskera que, bajo la dirección de la viceconsejería, está integrada Educación, HABE, IVAP, Osakidetza, Ertzaintza y Función Pública, acordó crear un grupo de expertos para analizar la cuestión y hacer las recomendaciones oportunas.

Por tanto, para la sesión de ayer estaba todo el pescado vendido de antemano. Por eso, o pese a ello, fue especialmente interesante observar el tono cordial en el que se desenvolvió el debate de la Proposición No de Ley (PNL) presentada por los socialistas, que finalmente fue transaccionada con PNV y EH Bildu y apoyada después por PP y UPyD.

“El Parlamento va a tratar este tema, y eso es bueno si se hace con rigor y seriedad, que estoy convencido de que así se hará. Seguro que se producirá un amplio acuerdo”. Las palabras expresadas el martes por el viceconsejero Patxi Baztarrika en este periódico fueron premonitorias de lo vivido ayer en la Cámara de Gasteiz. Y es que el debate se presentaba a cara perro, como lo demuestra el preámbulo que hizo la exconsejera de Educación, la socialista Isabel Celaá, en la justificación de su PNL. “Para empezar he de confesarles que por un momento y tras la presentación de esta proposición no de ley, que sólo pedía la revisión del EGA, pensé con estupor que se había desatado la tormenta política [?] lo que me produjo mucha preocupación por pensar que, en un país democrático que tiene una política lingüística democrática, pudiera haber esencias intocables”. “Afortunadamente”, dijo Celaá, “no es así, afortunadamente venimos a este pleno con un respaldo mayoritario, sino total, de esta proposición no de ley, que me apresuro a agradecer ese respaldo a todas sus señorías”.

El resto del punto del orden del día discurrió entre diferencias de enfoque y tecnicismos varios. Pero la esencia, la preocupación por el EGA y el diagnóstico sobre cómo mejorar el sistema de acreditación del euskera, fue común a todos los grupos. Así, la Cámara aprobó, con 72 votos a favor y ninguno en contra, pedir al Ejecutivo Urkullu que, en “el plazo de cuatro meses” la Comisión de Seguimiento de Convalidaciones “analice la orientación y contenidos actuales de las pruebas, valore los resultados que arrojan y examine sus causas” con ayuda de especialistas. - I. Alonso