viana - Un chico de la localidad navarra de Viana, Asier Ballesteros Gutiérrez, de 15 años de edad, falleció en la madrugada de ayer tras recibir un perdigonazo en el pecho cuando se encontraba con sus amigos en una bajera de la citada localidad, que celebra estos días sus fiestas patronales. Según las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Foral, los jóvenes jugaban con una carabina de aire comprimido cuando se produjo el disparo de manera fortuita, con la mala fortuna de que el balín alcanzó al chaval cerca del corazón, causándole la muerte instantes después. A causa de este duceso, dos menores de 15 años fueron imputados en la noche de ayer a raíz de esta muerte. Ambos residen en esta localidad navarra y se encuentran en libertad, a la espera de prestar declaración ante el juez, bajo custodia de sus padres.
El trágico suceso que ayer sobrecogió a los vecinos de Viana ocurrió en torno a las 01.15 horas en un local ubicado en el número 1 de la calle Juan Cruz Labeaga Mendiola, en la misma calle donde residía el joven fallecido con su familia. Al parecer, y en presencia de su padre y de su madre, Asier Ballesteros recibió el impacto de un balín disparado por una carabina de perdigones que los amigos del chico se encontraban manipulando, sin que mediara ningún tipo de conflicto ni discusión previa al disparo, según confirmaron diversas fuentes.
Allegados a los familiares del chico indicaron ayer que el padre del chaval llegó a escuchar un ruido seco antes de que su hijo se desplomara al suelo. Tras comprobar su estado, telefoneó al 112 SOS Navarra para alertar de lo ocurrido e instantes después trasladó al chico en su propio vehículo hasta el centro de salud de Viana, donde solo se pudo certificar el fallecimiento del menor, que no reaccionó a las maniobras de reanimación que le efectuaron los facultativos.
apertura de diligencias Hasta el mismo centro de salud se trasladaron minutos después agentes de la Policía Foral de la comisaría de Estella en un primer momento y agentes del Área de Investigación Criminal posteriormente tras confirmarse que en la exploración realizada al menor había aparecido alojado en el pecho un perdigón, tal y como reveló una radiografía. Por ello, la Fiscalía de Menores abrió diligencias por unos hechos que podrían ser constitutivos de un homicidio imprudente y cuya autoría deben esclarecer y determinar los investigadores del Cuerpo autonómico.
A lo largo del día de ayer, miembros de la Policía Foral, bajo la dirección de la Fiscalía de Menores, tomaron declaración a los testigos presenciales del suceso, cuyos testimonios coincidieron en que el disparo se habría producido de forma accidental.
Fuentes próximas al caso señalaron que los resultados de la autopsia realizada ayer al chico confirmaron la existencia de un perdigón alojado en el pecho del joven. Aunque este tipo de proyectiles no tienen la entidad necesaria para causar habitualmente la muerte de una persona, un balín de este tipo puede, ocasionalmente, provocar el fallecimiento de quien lo recibe en función de la distancia a la que se efectúe el disparo y de la zona del cuerpo en la que se localice el impacto.