Boise - Sus bisabuelos llegaron de ambos lados del Pirineo, desde Urepele, en la Baja Navarra, y de la zona de Izpazter y Berriatua, en Bizkaia. Lo hicieron a la zona norte de Nevada, a lugares como MacDermitt, Goiconda y Paradise Valley, lugar este último donde Annie y su hermana, dos años menor, Alaina -pronúnciese Elena- nacieron. Con más de un siglo en América, en su familia fueron sus padres quienes retomaron con fuerza lo vasco y el deseo y la práctica de vivir con intensidad sus raíces y dotarlas de sentido y de futuro en su vida americana. Las hermanas Gavica, de 30 y 28 años, han crecido en el ambiente vasco de las fiestas del Oeste y Annie es de hecho, desde hace año y medio, responsable de programas educativos del Museo e Instituto Cultural Vasco de Boise, después de haber estudiado Literatura Española en la Boise State University (BSU) y ser una de las primeras graduadas de su Minor en Estudios Vascos.
Su familia, por ambas partes, llegó a Estados Unidos a finales del siglo XIX y principios del XX. Más de un siglo después, aquí está usted, en el meollo de la cosa vasca en Boise, trabajando en su Basque Museum.
-La verdad es que para mí es todo un honor. Reconozco que he tenido suerte. Me apasiona lo vasco. Mi hermana y yo siempre hemos estado vinculadas a actividades vascas, tanto en Nevada como en Idaho. En Boise, por ejemplo, hemos sido miembros de Euzkaldunak -la euskal etxea boiseana-, Txantxangorriak -escuela y grupo de trikitixa y txalaparta-, el grupo de baile Boiseko Gazteak o los propios Oinkaris. Desde niñas nuestros padres nos pusieron a bailar con los dantzaris de Winnemucca, en Nevada, aunque en realidad ellos no tuvieron nada de eso. Sus padres nunca se lo enseñaron. Sabían que eran vascos, pero nada más. Es interesante, porque aunque perdió perfil por una o dos generaciones, lo vasco continúa hoy con fuerza en nuestra familia.
Ustedes fueron a la universidad en Boise.
-Sí, mi hermana es hoy día profesora de Matemáticas en Kuna, muy cerca de Boise, y yo me gradué en Literatura Española en la BSU, con un Minor en Estudios Vascos.
¿Cómo es eso del Minor en Estudios Vascos?
-Extraordinario. Cuando entré en la BSU, el Basque Studies Minor estaba en sus inicios, de modo que fuimos un poco como los conejillos de indias. Recuerdo que nos dieron clase Dan Ansotegui, Jo Aldape, Lisa Corcostegui... Nere Lete impartía euskera... Es hermoso ver cómo todo eso ha crecido y se ha desarrollado y asentado. Yo me gradué en 2.008.
Hace año y medio que trabaja en el Museo e Instituto Cultural Vasco de Boise, el Basque Museum.
-Comencé en agosto de 2013 y he de decir que no paramos. Tenemos tours diarios de visitantes de todas la edades; en particular, grupos escolares, impartimos talleres y clases de euskera, de música, de instrumentos, tratamos temas que van desde la propia cultura vasca en Euskadi y en Estados Unidos, hasta el hecho migratorio, la industria ovina y la red de hoteles y alojamientos con que los pastores vascos eran recibidos a lo largo y ancho del Oeste. La propia Ikastola de Boise es una institución adscrita al Museo. A nuestra directora, Patty Miller, le digo que lleva trabajando en el Museo más de veinte años y que en todo este tiempo no ha tenido un solo día aburrido y en mi caso también lo suscribo. Siempre quedan cosas por hacer.
¿En qué consiste exactamente su labor?
-Me encargo de los programas educativos, organizo las clases y tours, viajo a diferentes escuelas o me encargo de ellas cuando nos visitan. En un año normal pasan por nuestras actividades entre 15.000 y 20.000 visitantes, pero este año que se celebra Jaialdi lo harán muchos más. Por ejemplo en Boise los alumnos de Tercer Grado tienen una asignatura que es Historia Local, de modo que recibimos su visita o realizamos presentaciones para ellos. A nivel estatal, ocurre lo mismo con los alumnos de Cuarto Grado. Aprenden de nuestra mano sobre el hecho migratorio y también sobre los vascos y su cultura, y su implicación con su entorno estadounidense. Hoy, por ejemplo, teníamos un grupo de alumnos de Música y les hemos hablado sobre diferentes aspectos de la música vasca, instrumentos vascos, etc.
Estamos en año de Jaialdi?
-Sí, ya queda menos. Será la última semana de julio y el 1 y 2 de agosto. El Comité de Jaialdi lleva años preparándolo y promete ser un gran éxito, con muchos miles de personas, vascos y amigos de lo vasco, llegados desde todo el país, desde Euskadi y desde otros lugares de la Diáspora. Promete ser una cita única, una fiesta y celebración memorable.