donostia. La Ertzaintza abortó ayer la reorganización de una banda de delincuentes peligrosos con una amplio historial delictivo a sus espaldas. Operaban en Gipuzkoa y Navarra. Era una de esas organizaciones que habitualmente se mueven por carreteras secundarias para eludir los controles policiales. Fue en una de ellas donde les aguardaba el grupo de investigación de la Er-tzaintza. Los agentes sabían cómo se las gastan, conocían su violento perfil. El dispositivo estaba listo en el barrio de Ubare de Zizurkil cuando el reloj marcaba las 7.30 horas.
Fue entonces cuando se acercó el Volkswagen Golf a bordo del cual viajaban tres individuos, integrantes de una banda que fue desarticulada en agosto, a la que se atribuye más de 130 robos, pero que trataban de reorganizarse. El vehículo se acercaba, y los agentes dieron el alto. Lejos de reducir la marcha, los sospechosos intentaron eludir el control policial. Fueron momentos de enorme tensión. Un ertzaina, que fue arrollado por el coche, se vio obligado a efectuar un disparo intimidatorio para evitar la huida de los atracadores. El proyectil alcanzó al vehículo, tras lo cual los agentes pudieron arrestar al conductor del coche, un hombre de 30 años que resultó herido levemente en el lóbulo de una oreja, no por impacto del proyectil sino por corte con los cristales, según precisaron fuentes policiales.
recién salido de prisión El presunto ladrón fue trasladado al Hospital Universitario de Donostia. El agente, entre tanto, sufrió un fuerte golpe en su pierna derecha mientras dos de los sospechosos emprendían la huida a pie. La operación policial volvió a dar sus frutos horas después, cuando el segundo integrante de la banda fue cazado en Donostia. El perfil de este hombre, de 37 años, ofrece la verdadera trastienda del entramado, ya que se trata del mismo varón arrestado en agosto, integrante de una banda a la que se imputa la sustracción de 27 vehículos y más de un centenar de robos con fuerza. "Entró en prisión, y nada más salir ha vuelto a las andadas. Poco tiempo ha tardado en tratar de reorganizar la banda", reconocían ayer fuentes policiales.
Al parecer, este grupo colaboraría también con el llamado clan de los Santa Coloma Beitia, el grupo de delincuentes más activo de Bizkaia.
La Ertzaintza busca ahora al tercer integrante de un grupo que deja tras de sí un amplio historial delictivo, y un modus operandi con sello propio. Lo cierto es que acostumbran a actuar de un modo similar. Roban un vehículo, muchas veces con las llaves puestas, y lo utilizan para cometer robos con fuerza en comercios, sociedades gastronómicas, casas rurales o estancos de barrios aislados, en zonas rurales de Gipuzkoa y Navarra.