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Alexander Uriarte Zarandona: "Aita nos enseñó a levantarnos siempre con una sonrisa"

Alexander Uriarte Zarandona: "Aita nos enseñó a levantarnos siempre con una sonrisa"

Basauri. Alexander Uriarte Zarandona nació el 18 de agosto de 1958 en el barrio Aperribai de Galdakao, más concretamente en el baserri Torretxikerra. Aunque nunca se es lo suficiente joven para morir, él aún lo era menos a sus 54 años. Falleció el pasado 13 de mayo y los funerales por su persona se oficiaron dos días después en San Miguel de Basauri.

Alexander, a quien todos conocían como Alex, era hijo de Alejandro Uriarte Landaluce, de Tximelarre, en Galdakao, oficial de primera de tornero, y de Mari Zarandona Bilbao, del baserri Torretxikerra, que trabajó como cartuchera en Unión Explosivos Río Tinto. Alex tiene una hermana más joven, Zorione.

Uriarte vivió una infancia alegre y sencilla, "era feliz simplemente con un perro y una carretilla pequeña hecha por su padre", rememora la familia a DEIA. Sus primeros estudios los realizó en la escuela de barriada de Aperribai y más tarde se matriculó en Urbi Institutua de Basauri.

El vizcaino se casó el 21 de septiembre de 1985 con María Ángeles Urcelay Aberasturi. La pareja ubicó su residencia en San Miguel de Basauri, donde era frecuente verles rodeados de amigos. El matrimonio tuvo dos hijas: Goizalde e Iratxe, de 25 y 21 años, respectivamente.

Las aficiones de Alex eran, al igual que él, sencillas. Le gustaba el monte, la caza, el fútbol y el baloncesto. La familia le rinde culto con adjetivos que enumeran con el cariño absoluto, desde el amor más íntimo: Alegre, respetuoso, honrado, trabajador, modesto, cariñoso, siempre dispuesto a ayudar, y "con su enfermedad demostró un valor y una fuerza moral impresionantes. Como padre era todo lo que unas hijas podían pedir: divertido, cariñoso? y siempre estaba pendiente de que no nos faltara de nada", valoran para escrito para siempre.

Alexander Uriarte Zarandona no era un hombre de dar consejos. "No solía dar muchos consejos, pero por su forma de ser daba un gran ejemplo a los demás, era muy buena persona", diferencian. Sus amigos también hablan de él como "un hombre tan bueno que es imposible expresarlo con palabras".

trabajo y familia Trabajó como jefe de taller en Hilfa, empresa de San Miguel de Basauri y, en los últimos tiempos, en Aranzazu Cooperativa. "Lo que más hizo en su vida fue trabajar y estar con la familia", valoran los suyos. Desde Aranzazu Cooperativa lamentaron el fallecimiento del compañero de trabajo y le calificaron de "gran persona, excelente compañero". El vecindario de San Miguel de Basauri también ha hecho público su lamento por la muerte de Uriarte "habiendo vivido una vida plena y dejándonos recuerdos imborrables a todos sus conocidos, familiares y amigos. Le recordamos con cariño", han dado a conocer a través de un blog en internet.

Su mujer, hijas y madre atesoran infinidad de anécdotas vividas con él, "pero no sería justo citar solo una ya que tanto familiares como amigos o compañeros de trabajo hemos participado en alguna. Todas esas anécdotas quedarán en nuestro recuerdo para siempre", valoran y continúan haciendo florecer todo lo que llevan dentro: "La ilusión siempre le llevó a enseñarnos día tras día a luchar, a sentir lo que hacíamos en cada momento y a levantarnos siempre con una sonrisa. Fue el mejor ejemplo de superación que pudimos tener y él será quien nos guíe a lo largo de la vida. A aitatxo, queremos agradecerle cada mirada, cada caricia, cada sonrisa, cada palabra y cada esfuerzo que nos ha dedicado. Un agur nunca será suficiente. Maite zaitugu!".