SANTANDER. Catorce personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad, al descarrilar ayer un tren de cercanías de FEVE entre las localidades cántabras de Golbardo y San Pedro de Rudagüera, tras arrollar unas piedras que cayeron de la ladera y que invadieron la línea ferroviaria. FEVE y Protección Civil informaron de que el suceso tuvo lugar sobre las 18.10 horas, cuando el tren descarriló tras ese desprendimiento de piedras sobre la vía.
Dos vagones quedaron volcados sobre las vías y el primero del convoy cayó junto al río Saja, que pasa por la zona, aunque los árboles sirvieron de tope y frenaron la caída. La pregunta que se hacían los pasajeros del tren es qué hubiera pasado de no ser parado por los árboles. El segundo vagón se ha salido de los rieles casi completamente pero no llegó a volcar. El tercero tuvo algo más de suerte y no descarriló. El maquinista resultó ileso.
Junto a la Guardia Civil y efectivos de los parques de emergencias del Gobierno se desplazaron hacia el lugar buzos de Cruz Roja, para comprobar si alguno de los pasajeros había caído al agua, que bajaba además bastante crecido como consecuencia de las últimas lluvias.
catorce pasajeros El tren de cercanías hacía la ruta entre Santander y Cabezón de la Sal, y transportaba a 14 de personas, de las cuales cuatro las atendieron en el lugar del suceso, y diez tuvieron que ser evacuadas a centros hospitalarios por las lesiones que sufrieron en el accidente. Al hospital de Sierrallana de Torrelavega llegaron nueve: siete con heridas leves y dos más que fueron evacuadas a Valdecilla con fracturas y politraumatismo. En este mismo centro de la capital se ingresó además a otra persona, con traumatismo craneoencefálico.
Hasta el lugar del siniestro se trasladaron el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, y el delegado del Gobierno español en Cantabria, Samuel Ruiz, que se interesaron por el estado de los heridos y los detalles del accidente, mientras los nervios eran la tónica general de los pasajeros que viajaban en el tren.
También se desplazaron hasta el lugar del siniestro los servicios de Adif y de Renfe, para encarrilar el material, reparar los daños y restablecer la circulación en el menor tiempo posible.
Entre tanto se ha establecido un plan de transporte alternativo entre las estaciones cántabras de Puente de San Miguel y Cabezón de la Sal. Adif informó de que ha iniciado la investigación de los hechos y de las causas, aunque agrega que "inicialmente todo apunta al desprendimiento de tierra ocasionado por el temporal de lluvia que afecta a la zona".