Bilbao. La respuesta esperada. Coincidiendo con el primer día del fin de semana, Korrika'18 obtuvo un gran respaldo a su paso por Iparralde. Las visitas obligadas a Donibane Garazi y Maule demostraron que el euskera está muy vivo.

Tras dos años de espera, Korrika regresó a un territorio donde se organizaron numerosas actividades para vivir un día de grandes emociones. Todavía habrá que esperar a su regreso a Iparralde el día 24 para descubrir en Baiona el mensaje que con tanto celo guardan en el testigo.

Día y noche sin descansar recorriendo Euskal Herria con un único objetivo: que el euskera sea la lengua de convivencia. Por ello, en Lapurdi organizaron numerosos actos. Los desayunos se completaron con talleres de circo, proyecciones de largometrajes, trikitilaris o cenas en los gaztetxes.

Hoy, Korrika'18 volverá a Nafarroa. Parajes idílicos como Sara u Otsagabia serán los escenarios por donde transitará la carrera en su segunda internada en territorio navarro. Tras un estreno el viernes de lujo en el que muchas personas se acercaron para apoyar la lengua vasca, las esperanzas están puestas en que el respaldo se vea de nuevo. Entre los portadores del testigo destacan las ikastolas de Bera y los trabajadores de Arcelor.

Nueva york y Sidney

Una edición más Korrika traspasará las fronteras de Euskal Herria. Ayer fueron Barcelona y Madrid las ciudades que organizaron diversos actos para impulsar el euskera.

En la ciudad condal, tras el recorrido por las calles, llegó el turno de la comida popular. La música de Naraina, Itziarren Semeak e Ingo Aldeu cerró la fiesta. En Madrid, además de la tradicional Korrika, los txikis tuvieron la suya particular. Tras leer un manifiesto, los asistentes pudieron disfrutar de un ligero almuerzo de hermandad.

También durante la jornada de ayer se celebró la Korrika en Nueva York. El mítico Central Park fue el escenario del evento.

Hoy, le llega el turno a Sidney donde numerosas personas se reunirán una edición más para impulsar el euskera. Los participantes recorrerán pasarán por el Puente Harbour para finalizar en la Opera House.