Cada año 700.000 personas mueren en la Unión Europea de enfermedades relacionadas con el tabaco, 17 veces más que en accidentes de tráfico, lo que significa borrar del mapa una ciudad del tamaño de Fránkfurt o Palermo. Con este argumento, la Comisión Europea presentó una nueva propuesta de directiva que pretende endurecer la legislación sobre el tabaco aumentando el tamaño de fotos y mensajes de alerta en las cajetillas y prohibiendo sabores característicos y fuertes como el mentolado, el chocolate o la vainilla que disfrazan el aroma del tabaco y son un factor de atracción importante. El objetivo reducir el número de fumadores un 2% en cinco años.
"El tabaco tiene que parecer tabaco y saber a tabaco, particularmente para evitar que los jóvenes empiecen a fumar, porque todas las estadísticas muestran que el 94% de los fumadores empiezan con menos de 25 años y, más preocupante todavía, el 70% empiezan por debajo de los 18 años cuando todavía son menores", advirtió el comisario de Salud, Tonio Borg, que pretende actualizar una legislación de once años que se ha quedado obsoleta por la aparición de nuevos productos en el mercado como los cigarrillos electrónicos. "Las cajetillas de tabaco tienen que parecer productos de tabaco, no un cosmético o un caramelo".
Si sale adelante la propuesta, tres cuartas partes de la superficie del paquete de cigarrillos estará cubierta por imágenes y mensajes impactantes, frente al 40% que ocupan en la actualidad. Todos los envases de cigarrillos y tabaco de liar deberán contener una imagen combinada y una advertencia sanitaria. No podrán llevar ningún elemento publicitario mientras que la información sobre alquitrán, nicotina y monóxido de carbono que se considera engañosa será sustituida por un mensaje informativo en la parte lateral del paquete que señale que el humo del tabaco contiene más de setenta sustancias que provocan cáncer. La propuesta deja la puerta abierta a que los Estados miembros introduzcan un envasado genérico en casos justificados.
En cuanto a los ingredientes, se prohibirá que los cigarrillos, el tabaco de liar y el tabaco sin humo lleven sabores característicos fuertes así como los aditivos que aumenten la adicción y la toxicidad del producto. No se prohibirán completamente todos los sabores, como en Canadá o Brasil, sino solo aquellos aromas que enmascaran el sabor del tabaco y que llevan a muchos jóvenes a fumar. "¿También los mentolados?", se le preguntó. "Sé que es controvertido porque el mentolado es muy consumido, pero por eso debe ser regulado aún más y prohibido porque hace los cigarrillos más atractivos", dijo.
En cuanto a los cigarrillos electrónicos podrán comercializarse pero deberán llevar advertencias sanitarias por debajo de un determinado umbral. Por encima de ese umbral solo se permitirán si están autorizados como medicamentos en terapias de sustitución de nicotina. "No se prohíbe fumar, lo que se hace es regularlo de forma que los europeos sepan lo que están fumando y que lo que vean es tabaco que sabe a tabaco", resumió Borg para quien no se trata de "tratar a los fumadores como modernos leprosos" y que llegó a comparar a algunos fumadores que no ven los peligros del tabaco con los negacionistas del cambio climático. La propuesta pasará ahora a la mesa del Consejo y Eurocámara. El objetivo, cerrar un acuerdo político en 2014 y que las nuevas exigencias entren en vigor para 2015.