¿Cómo era Jose María de Gamboa?
Anne Marie: Pertenece a una generación de vascos profundamente comprometidos con la libertad y la democracia que consideraban que había que defender esos derechos, no solamente en Euskadi sino también fuera de nuestras fronteras. Su compromiso con la lucha contra el totalitarismo fue absoluto, y por eso es una generación que no solamente se defiende contra el franquismo, sino que también cuando se inicia la segunda guerra mundial, muchos vascos en el exilio como él lucharon contra los nazis de Alemania. Él participó en el desembarco de Normandía y se alistó en el ejercito norteamericano.
Abel: Al igual que otras personalidades políticas como Aguirre, combinaba la reflexión y la acción. No se perdía en pensamientos abstractos y en teorizaciones que no llevan a nada. Era una persona que meditaba lo que tenía que hacer y sacaba conclusiones de sus acciones.
¿Qué le llevó a escribir esta tesina?
Abel: Hay que recordar aquellas conversaciones que De Gamboa había escuchado en casa del lehendakari Aguirre, en las que hablaban sobre los fueros vascos, las Juntas Generales de Bizkaia, el Árbol de Gernika, sobre la historia de Euskadi... Todo aquello se le fue quedando. Escuchaba a personalidades del exilio como Indalecio Prieto. Cuando volvió de la guerra, quiso dedicarse a la docencia y la investigación, y se preguntaba si todo aquello que había oído sería una leyenda. Entonces decidió realizar un estudio comparativo entre la tradición foral vasca y la teoría política occidental.
¿Qué importancia le dio a los estudios sobre el fuero de Bizkaia?
Anne Marie: La conclusión que sacó es que los vizcainos supieron poner por escrito y defender con tenacidad una parte importante de sus viejas libertades y de sus usos y costumbres. Supieron defender en momentos claves de la historia su autogobierno, sus fueros, sus derechos. De ahí la importancia que le daba al estudio del fuero de Bizkaia, porque es la expresión escrita, el documento que recoge esa voluntad tenaz de los vascos de conservar sus libertades, su autogobierno y su libertad como pueblo vasco, para enfrentarse al poder del rey que había en Castilla y que cada vez era más absoluto e intentaba limitar las libertades vascas.
En su obra De Gamboa compara los fueros vascos con la teoría política occidental.
Anne Marie: Sobre todo con las teorías de derecho político de Santo Tomás de Aquino, Maquiavelo, Tomas Hobbes o John Locke. Se da cuenta de que las instituciones vascas no eran absolutamente originales, sino que había otros pueblos que tenían organismos parecidos a los vascos. La idea de que la ley es un contrato entre el señor y un pueblo la tenían otros pueblos, lo que pasa que no supieron defenderlo. Lo que extrae al comparar el fuero de Bizkaia con las teorías políticas de Europa es que, a diferencia de otros pueblos que las dejan perder, los vizcainos, poniéndolas por escrito y a través de las Juntas Generales, saben defender ese autogobierno y esa identidad de pueblo vasco distinto y diferenciado, y ponerle limites al poder central.
¿Cuál es la clave que explica la adhesión del pueblo vasco a sus fueros?
Abel: La conclusión que saca De Gamboa es que los vascos han tenido la capacidad de ejercer la libertad mediante vías democráticas, siempre tan avanzadas como las que más. Euskadi nunca fue una Arcadia feliz donde todo era maravilloso. Había tantos problemas como en otros pueblos, pero encauzaban a través de los fueros y de las Juntas Generales un ansia de libertad.
Para De Gamboa era muy importante que las nuevas generaciones conociesen la historia.
Anne Marie: El pueblo que no conoce su historia no sabe lo que tiene y va desencaminado. Con su obra también pretendemos que los jóvenes conozcan el pasado. Si conservamos la memoria de nuestros antepasados, nuestras instituciones, y lo adaptamos a los nuevos tiempos, conseguiremos la supervivencia como pueblo.
¿Qué significaba Gernika para De Gamboa?
Anne Marie: Este año se cumple el 75 aniversario de los bombardeos. Gernika fue una ciudad pacifica bombardeada y masacrada por la aviación fascista. Fue tristemente noticia de una guerra que ella no buscó. Gernika era el árbol sagrado de los vascos, las Juntas Generales de Bizkaia, un símbolo. Para Jose María representaba la mejor aportación de los vascos a los valores democráticos y humanistas de occidente y Europa. Sencillos baserritarras, mineros y arrantzales fueron capaces de poner en unas normas lo que ellos entendían por libertad, democracia, y por identidad de pueblo vasco. Esa es la mejor contribución del pueblo vasco al desarrollo de los valores democráticos, digamos, europeos. Que en un pueblo pequeño, sin universidad propia, gente sencilla sea capaz de poner por escrito y defender a lo largo de los siglos sus fueros y libertades, eso sí que es una contribución importante al desarrollo de la cultura y civilización occidental. Gernika es el símbolo de todo eso. Significa la adhesión voluntaria de un pueblo de afirmar su identidad propia.
En el panorama político actual, ¿cómo defendería De Gamboa el régimen foral?
Anne Marie: Diría que los fueros y el régimen foral nunca jamás es un privilegio, sino que es siempre un derecho de los vascos, una manera de autogobernarse en libertad y solidaridad con otros pueblos. Su generación no ha visto nunca los fueros como una forma de ser insolidario, al contrario: siempre han defendido la identidad del pueblo vasco y su libertad ejercida de una manera responsable y en solidaridad con otros pueblos con los que a lo largo de la historia ha convivido. Los fueros son un derecho, no un privilegio. Los vascos, a diferencia de los catalanes, supieron conservar sus fueros. Los catalanes apostaron mal en la Guerra de Sucesión, llegó el Decreto de Nueva Planta y los perdieron. Los vascos supimos conservarlo durante siglos y el concierto económico es el resto de aquella época.