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Dietas: entre la moda y la salud

Nutricionistas y médicos alertan de los riesgos que entrañan las 'dietas milagro'Muchas personas tienen sobrepeso porque su cuerpo ha reducido el gasto calórico

Dietas: entre la moda y la saludZigor Alkorta

Bilbao

Dieta alimenticia y moda son una mala combinación. Sobre todo si de lo que estamos hablando es de seguir a rajatabla las pautas que marca la dieta que esté de moda en cada momento con el único objetivo de bajar de peso con rapidez y sin pararnos a pensar si no estaremos atentando contra nuestra salud. De la Dukan a la Cohen, pasando por la dieta disociada, del grupo sanguíneo, de la zona, la cronodieta, la weight watchers, la crudívora, del no desayuno, de la sopa, de la luna o la famosísima de la alcachofa, la lista es larga y periódicamente suma alguna dieta nueva difundida por programas de televisión, revistas o el testimonio de un personaje conocido. Lo que tienen en común todas ellas es que prometen una rápida pérdida de peso sin apenas esfuerzo, de ahí que al margen de modas y de los presuntos fundamentos científicos en los que se apoyan, sean conocidas como dietas milagro.

Nutricionistas y médicos no se cansan de alertar sobre los riesgos que entrañan estas dietas milagro que, a menudo, no hacen mas que agravar el problema del sobrepeso, ya que al imponer restricciones alimenticias muy severas son insostenibles en el tiempo y peligrosas para la salud. Las organizaciones sanitarias -como la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición- insisten en que la única dieta efectiva es la que conjuga una nutrición adecuada con la actividad física.

Otra alternativa que también ha encendido las alarmas sanitarias es la lucha contra la obesidad basada en el uso de fármacos. La autorización en menos de un mes de dos medicamentos (Qsymia y Belviq) antiobesidad, por parte de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, ha creado expectativas entre los afectados por el exceso de peso y generado preocupación entre los científicos. "A la luz de la evidencia actual, la modificación del estilo de vida es el enfoque más adecuado para el tratamiento de la obesidad en todos los grupos de edad", señaló el doctor José López Miranda, del comité de dirección del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn). López Miranda reiteró que antes de recurrir a los medicamentos deben agotarse vías menos agresivas y más efectivas como una dieta saludable, actividad física y una correcta terapia conductual.

Más actividad Luis Ángel Abendaño, director técnico del centro médico Vitalaging, señaló a DEIA que la solución del sobrepeso esta en la combinación correcta de alimentación y actividad física y explica que las dietas erróneas agravan el riesgo metabólico y, en consecuencia, el problema. "Nosotros -explicó Abendaño- enfocamos el problema del sobrepeso como un defecto del gasto calórico". "Y es que la gran mayoría de las personas que tiene sobrepeso -añadió- no están gordas por comer muchísimo, sino porque su cuerpo se ha acostumbrado a gastar poco. Esto es aplicable a la gran mayoría de la gente. Por ejemplo, en una persona gordita, que según su edad, altura y sexo debería consumir unas 1.700 calorías, podemos encontrarnos con que su cuerpo solo consume 900 o 1.000, por eso nosotros nos dedicamos a estudiar el gasto que su cuerpo hace a diario y a encontrar el defecto que hace que gaste menos de lo que debería".

Para dejar claro en qué consiste el sistema que aplica el centro médico que dirige Luis Ángel Abendaño puntualizó que cuando llega un paciente con un problema de sobrepeso "se hace un estudio del gasto calórico a partir del cual vemos si existe o no un defecto. Vemos cuánto consume esa persona y si el fallo está en el sistema de los hidratos o en el de las grasas. A partir de ahí ponemos un plan nutricional, que combinado con un plan de actividad física muy concreto, nos da la solución. Pero esa persona debe saber que no va a resolver su problema ni en un mes ni en dos, porque el sistema enzimático donde existe el problema no va a cambiar de la noche a la mañana. En esto no existen los milagros".

El director técnico de Vitalaging insistió en la importancia de que los pacientes realicen, junto al plan nutricional, la actividad física adecuada a cada caso de fallo calórico -"son programas de ejercicio personalizados, cortos pero intensos"- y explicó que muchas veces "por seguir la dieta más fácil o más rápida, por buscar soluciones pseudofarmacológicas u otros atajos, hay personas que empeoran su problema de sobrepeso, porque se cargan su metabolismo". "Con las dietas drásticas o las que se ponen de moda -dijo- se activan todos los sistemas de supervivencia y el cuerpo no consume. Lo que ocurre entonces es que comiendo muy poco se engorda, y se debe a que se ha producido un descenso del metabolismo. La consecuencia más negativa de hacer las cosas mal y apuntarte a la dieta de comer solo cebolla, plátano o lo que sea es que tu problema se agrava".

Al elevado riesgo de alteración metabólica que conllevan las dietas milagro, los expertos en nutrición añaden que favorecen el efecto rebote (recuperación rápida del peso perdido), provocan desnutrición proteica y déficit en vitaminas y minerales, y que pueden desencadenar trastornos del comportamiento alimentario (anorexia y bulimia) y daños psicológicos .

Hace ya unos años la Academia de Nutrición y Dietética identificó diez "banderas rojas" o rasgos generales que permiten saber cuándo un plan o sistema de adelgazamiento es una dieta milagro. De esta forma, si el planteamiento dietético-adelgazante que nos proponemos llevar a cabo contiene una o varias de estas banderas rojas podemos asegurar que estamos ante una dieta milagro y, por tanto, es desaconsejable seguirla. Los rasgos a tener en cuenta son: prometen lograr un resultado rápido; advierten sobre el peligro de consumir determinados alimentos; contienen afirmaciones que suelen ser demasiado bonitas para ser verdad; ofrecen conclusiones simplistas respecto a una materia compleja; hacen recomendaciones basadas en un único estudio; proponen soluciones diametralmente opuestas al conocimiento científico y contradicen a colectivos sanitarios de reconocida reputación; contienen listas de alimentos buenos y malos; obligan a comprar un determinado producto que generalmente comercializa quien propone la dieta; hacen recomendaciones sin tener base científica ni artículos publicados en medios de prestigio; y, por último, no tienen en cuenta la diversidad de los pacientes y proponen un único sistema para todo el mundo.

Más obesos Según el III Estudio Bupa-Sanitas Health Pulse, que recoge las tendencias en el cuidado de la salud de más de 14.000 personas en 13 países, los ciudadanos del Estado español consideran que la obesidad, el estrés y los bajos niveles de ejercicio físico suponen un mayor problema de salud que el consumo de tabaco o de alcohol. Y es que la tasa de obesidad de los españoles se ha incrementado en los últimos 10 años y se encuentra por encima de la media internacional, según la OCDE.

En la actualidad una de cada seis personas adultas en el Estado español es obesa. Como la tasa va en aumento se prevé que en 2030 el 37% de los hombres y el 33% de las mujeres sufran este problema, una tendencia que incidirá paralelamente en el coste económico que suponen la obesidad y el sobrepeso, cifrado actualmente en un 8% del total del gasto sanitario, y que en dos décadas podría duplicarse.