DONOSTIA. Según las denuncias recogidas por la Policía vasca, los hurtos se produjeron a última hora de la madrugada del domingo en varios establecimientos del casco antiguo, donde los ladrones aprovechaban el descuido de sus víctimas para apoderarse de sus teléfonos, en la mayoría de los casos del interior de sus bolsos.
Una de las víctimas se percató del intento de robo por parte de un varón y, con la ayuda de otras personas, consiguió retenerlo hasta la llegada al lugar de agentes de la Ertzaintza, quienes identificaron al sospechoso y comprobaron que llevaba entre sus pertenencias varios teléfonos móviles.
Poco después, en Zumaia, la Ertzaintza detuvo por su presunta implicación en los hechos a otro varón, quien también portaba otro terminal que constaba como sustraído.