El Tribunal General de la UE rechazó ayer registrar una marca, distribuida desde Cantabria, para designar orujos y aguardientes que lleva por nombre Hijoputa. La decisión la argumenta por considerar que esta última palabra es percibida como injuriosa y ofensiva, y por tanto "contraria a las buenas costumbres en una parte de la Unión Europea", y que, por el contrario, el distribuidor, José Luis Plaza, ve como una expresión "afable" y "cordial" que "no tiene por qué ser ofensiva".
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