Bilbao

Y para convencer a incrédulos, la mejor muestra es tirar de números. Un billete de avión entre Madrid y Bilbao sale, dependiendo de la antelación de la reserva, por al menos, 300 euros. El precio ida y vuelta en un bus de Alsa se pone en cincuenta euros y el ticket de tren rondaría los sesenta euros en clase turista. El coche particular de uso único, con gasolina, peajes, más otros gastos; más de cien. Usar un coche compartido; menos de 25 euros.

Ana, Itziar y Joana hicieron números y al final se ahorraban mucha pasta. "No me importa nada conducir pero para mí era muy importante compartir el coche para poder compartir gastos", declara Ana. Itziar es sobre todo un ejemplo de practicidad y racionalidad. "Tenemos incluso una tabla excelle que usamos para calcular los costes. A final de mes hacemos cuentas para que todo cuadre perfectamente". Aparte del coste, que es la razón fundamental, yo también recurro a ello por tranquilidad y por comodidad. Además si algún día tengo que dejar el coche en el taller o se lo tengo que dejar a mi madre, me quedo mucho más tranquila porque sé que tengo el transporte asegurado.

La crisis y una mayor sensibilización por el cuidado del medio ambiente han provocado que en el último año se multipliquen las iniciativas locales para transportarse de forma conjunta en los desplazamientos. Bajo el auspicio de los ayuntamientos y a través de sus páginas web, los ciudadanos pueden contactar entre sí sin intermediarios para compartir coche. Más de 90 municipios, desde localidades como Amurrio o Aranda de Duero a ciudades como Gasteiz, se han unido a la iniciativa compartir.org, una red de localidades, empresas y organismos que trata de fomentar que se comparta el coche. Con más de 50.000 usuarios registrados, su funcionamiento es muy similar al de una red social, permitiendo el contacto directo de los internautas. En 2009 se superaron los 3.000 viajes, con A Coruña, Bilbao, Murcia e Iruñea como las ciudades en las que más se ha utilizado.

Los que comparten coche para ir a trabajar dicen, ante todo, que no solo lo hacen por dinero. Otro factor añadido en tomar esta decisión es la de no viajar solo y poder tener conversación y compañía para, entre otras cosas, no dormirse al volante. Desde el Consorcio Mundial para Compartir Coche se apuesta por compartir vehículos de alquiler por horas, distribuidos en diferentes puntos de una ciudad. Ya hay más de mil ciudades de todo el mundo utilizando esta fórmula, entre las que se encuentran Madrid y Barcelona. Por una cuota anual a partir de 30 euros es posible acceder a este servicio, en el que se pagan aproximadamente 3,15 euros por hora y 0,24 euros por km, incluyendo el combustible en el precio.

Las entidades de carpooling más conocidas son Viajamosjuntos.com., Compartir.org y Amovens. Esta última funciona como una web de reservas de viaje (como si fueran billetes de avión o de tren), pero en este caso lo que se reservan son asientos de coche.