Síguenos en redes sociales:

La "gran dama" del teatro de Baleares

palma. La actriz y dramaturga Catalina Valls Aguiló (Palma, 1920), considerada la gran dama del teatro de Baleares, murió el viernes en Palma. Todas las instituciones de Mallorca han lamentado la desaparición de la actriz, a quien el presidente balear, Francesc Antich, calificó como "una figura de referencia en el mundo de la escena y de la cultura".

Catalina Valls nació en Palma en 1920. Estudió Magisterio y después se formó en el teatro en Barcelona y Madrid, y a mediados de los años cuarenta volvió a Mallorca, donde empezó a hacer teatro.

Estuvo siempre muy vinculada al Teatro Principal de Palma, donde participó en numerosos montajes, según su biografía difundida por el Consell de Mallorca. En 1947, precisamente en el Teatro Principal, representó La corona comtal, de Aina Villalonga, con la Agrupación de Teatro Regional. Más tarde actuó con la compañía Artis, con la que participó en los montajes de El rei Pepet, de Pere Capellà (1954); S"Estopa ran des foc (1955) y Can Miraprim (1956) de Martí Mayol.

Tras una larga temporada sin actuar, en los años setenta volvió a los escenarios con papeles destacados en obras como Estrenam llibertat (1978), de Joan Santamaria, y Aina Sacoma (1979), escrita y dirigida por Guillem Cabrer. También representó varias obras de Villalonga como Desbarats (1992) o un nuevo montaje de Mort de dama (1998), ambos dirigidos por Pedro Noguera. También hizo teatro en castellano en obras como La enemiga, de Darío Niccodemi, o La muralla, de Joaquín Calvo Sotelo.

Catalina Valls cultivó la poesía, que publicó en varias revistas, la narrativa, con obras como Mármol en llamas, La otra comedia y Aquella placeta dels ginjols, de la que también escribió una versión teatral. De su producción teatral destaca Amor que renace, que escribió con sólo 13 años; La forastera de Can Parera (1947), Duda (1950), Cárcel de silencio (1953) y Deseo (1954).

Los últimos años de su vida, recibió varios premios y homenajes y, desde su reapertura en 2007, era una habitual en todos los estrenos del Teatro Principal. Su reconocida trayectoria la hizo merecedora, en 1998, del Premio Ramon Llull.