Los taxis sin conductor con inteligencia artificial (IA) ya no son solo cosa de Asia o de América, sino que están a punto de dar el salto a Europa. El gigante chino Baidu ha anunciado que su servicio de transporte autónomo desembarcará este mismo año en Suiza.

Este paso supone el inicio de una nueva etapa en el transporte urbano europeo, marcada por la expansión de robotaxis capaces de circular sin la intervención de un conductor humano. Tras su llegada al país alpino, Baidu tiene previsto expandir su flota a otros países como Turquía, Dubai, Hong Kong o Japón.

La llegada a Europa de estos taxis sin conductor no es casual, sino el reflejo de una tendencia consolidada en China, país que lidera ampliamente el mercado global de los taxis autónomos. Ciudades como Pekín, Wuhan o Shenzhen ya cuentan con servicios comerciales de robotaxis gracias a la fuerte inversión de compañías como Baidu, WeRide o Pony AI en tecnología y desarrollo.

Europa, con sus altos costes de transporte y su apertura a nuevas tecnologías, representa una oportunidad atractiva para las empresas chinas. Sin embargo, las estrictas normativas de seguridad vial y los rigurosos procedimientos de homologación en el Viejo Continente, suponen un desafío técnico y regulatorio.

Robotaxis pasan junto al Meixihu Cultural Art Center en Changsha (China). Baidu

Apollo Go, el buque insignia de Baidu

Desde su lanzamiento en 2013, Baidu ha invertido mucho dinero, tiempo y esfuerzo en la conducción autónoma. Su sistema Apollo Go ya opera en más de una decena de ciudades chinas y permite a los usuarios pedir un taxi sin conductor mediante una app. En Hong Kong, la compañía ha recibido licencias piloto para operar en zonas designadas, lo que marca su consolidación como líder en Asia.

Para su expansión europea, Baidu tiene previsto crear una entidad local en Suiza en los próximos meses y comenzar las pruebas antes de que termine el año. Su objetivo no es solo introducir Apollo Go en el mercado, sino posicionarse como referente global frente a competidores como Tesla, Waymo o Pony AI.

Tesla, en desventaja

Mientras la china Baidu avanza imparable, la estadounidense Tesla, la marca de Elon Musk, sigue desarrollando su sistema Full Self-Driving (FSD) más lentamente y envuelto en controversias.

El magnate sudafricano, cofundador y director general de Tesla, había prometido que sus Cybercab comenzarían a circular por Austin (Texas) en junio de este año, aunque todo indica que no llegará a cumplir los plazos.

Además, la tecnología de Tesla está bajo intensa revisión por parte de las autoridades federales estadounidenses, especialmente por su comportamiento en condiciones de baja visibilidad.

Movilidad urbana

La entrada de los robotaxis chinos en Europa marca un hito en la evolución de la movilidad urbana. No se trata solo de coches sin conductor, sino de un cambio en el paradigma en el transporte público y privado. Frente al tradicional modelo basado en conductores humanos, los robotaxis ofrecen eficiencia, un menor coste operativo y menos emisiones, pero también plantean desafíos legales y éticos.

Preocupación por la seguridad

Por su parte, el operador chino de robotaxis Pony AI informó la semana pasada de que uno de sus vehículos se incendió mientras era manejado por personal de servicio tras un fallo del sistema sin pasajeros a bordo.

El vehículo circulaba sin conductor humano por la carretera el martes 13 de mayo por la mañana cuando mostró un "estado anormal", lo que hizo que el mecanismo de protección de seguridad del vehículo iniciara una parada de emergencia.

"No se produjo ninguna colisión y nadie resultó herido. El personal de servicio llegó al lugar en dos minutos tras recibir la alerta. Durante el proceso de manipulación, el vehículo se incendió", afirmó Pony AI en un comunicado.

Este incidente podría avivar aún más la preocupación por la seguridad de la conducción autónoma en China, donde las autoridades han tomado medidas tras registrarse un accidente mortal en el que se vio implicado un coche de Xiaomi que circulaba en modo piloto automático.