Bermeo. La embarcación Ortube Berria, buque auxiliar de la flota atunera de la empresa Albacora bermeana, ha logrado repeler el ataque perpetrado por un skiff pirata en aguas del océano Índico. A primera hora de la jornada de ayer, el pesquero detectó la presencia de un bote sospechoso que se dirigía hacia él. Se trataba de una pequeña embarcación con varios hombres armados a bordo. Como quiera que el skiff no variaba su rumbo, los agentes de seguridad privada a bordo del Ortube Berria abrieron fuego intimidatorio contra la lancha pirata. Finalmente, los piratas desistieron en su intento y abandonaron la persecución. Inmediatamente, el Ortube Berria varió su rumbo inicial para alejarse rápidamente de la zona.
El incidente tuvo lugar en aguas internacionales, a más de 500 millas al nor-nordeste de la capital de Somalia y a cerca de 600 millas al norte del archipiélago de las Seychelles. Las embarcaciones auxiliares de la flota atunera suponen presas más asequibles para las bandas piratas por cuanto que su velocidad máxima es sensiblemente inferior a la que puede desplegar un buque atunero congelador de última generación. No obstante, los barcos auxiliares también cuentan con agentes de seguridad privada que, hasta la fecha, se han revelado efectivos en la lucha contra la piratería.
Se trata de la segunda ocasión en la que el Ortube Berria es objeto de un ataque. A finales de noviembre del año pasado, el buque fue perseguido por varios skiffs piratas cuando navegaba en aguas internacionales. Los agentes de seguridad del buque bermeano tuvieron que emplearse a fondo ante el hostigamiento al que fueron sometido por los atacantes. Según relataron miembros de la tripulación, los skiffs piratas lograron acercarse a menos de un kilómetro de la embarcación aunque finalmente desistieron en su intento.
Este incidente se produce pocos días después del acontecido con el atunero también bermeano Felipe Ruano. La embarcación de la empresa Pevasa se hallaba con la red largada en el agua cuando un buque sospechoso se dirigía hacia ella. Como quiera que el atunero no podía maniobrar con la red en el agua, otro barco atunero bermeano acudió en su ayuda y logró que la embarcación sospechosa se alejara de la zona.
Menor actividad No obstante, y a pesar de los incidentes registrados con el Felipe Ruano y el Ortube Berria, lo cierto es que el mes de octubre de este año está transcurriendo con cierta tranquilidad a pesar de la notable presencia de buques nodriza piratas en aguas del Índico occidental. Y es que el número de incidentes entre la flota atunera vasca y bandas armadas es notablemente inferior al registrado en el mismo periodo del año pasado. Cuando se produjo el secuestro del Alakrana, en octubre de 2009, los atuneros no podían defenderse de los ataques y en la actualidad toda la flota atunero-congeladora dispone de agentes de seguridad.