bilbao. Casi nadie duda de los efectos nocivos que produce fumar, de tal modo que resulta difícil que alguna persona defienda cara a cara la bonanza del tabaco. Que si cánceres, que si problemas respiratorios, que si acorta la esperanza de vida... Parece claro que son muchos más los perjuicios que los beneficios. Siendo esto así, las dificultades llegan cuando se trata de establecer una norma que regula el consumo del tabaco. A los que les gusta, la excesiva restricción les parece inapropiada, y a quienes les molesta, todo tipo de norma reguladora de uso les parece permisiva. A esto hay que añadir a quienes, aun no siendo beligerantes como fumadores o no fumadores, juegan el papel de un tercero implicado: fumadores pasivos, trabajadores en ambientes de humo o los hosteleros, en cuyo caso su preocupación es económica o empresarial.

En la búsqueda de este equilibrio, el Gobierno vasco dará luz verde hoy al proyecto de reforma de la ley de drogodependencias, más conocida como ley antitabaco, que fija la prohibición de fumar en todos los espacios cerrados públicos, pero sin entrar a regular el ámbito privado, aunque incorpora incluso el veto al tabaco en zonas al aire libre como en instalaciones deportivas y en las zonas de juegos de los parques públicos donde estén presentes menores de 18 años.

El proyecto de ley, que posteriormente será remitido a la Cámara Vasca para su debate parlamentario, y que casi con toda probabilidad no entrará ya en vigor hasta el próximo 2011, contempla permitir fumar en los grandes recintos deportivos sin techo, como los campos de fútbol de San Mamés o Anoeta.

El texto establece una serie de sanciones no sólo para los infractores sino también para los que permitan fumar en sus establecimientos. Los encargados del proceso sancionador serán funcionarios públicos -Ertzaintza y policías locales- que actuarán como inspectores, aunque, tal y como sostiene la directora de Drododependencias, Celina Pereda, aún queda tiempo para perfilar el proceso. "El objetivo de la nueva legislación sobre el tabaco no es la imposición de multas, sino concienciar a la población vasca de lo nocivo que es consumir tabaco. Pero también incidir en que el fumar no sólo es malo para quien lo consume, sino también para las personas de su entorno. Hay que proteger la salud de los que no fuman", añade.

rechazo de la hostelería La futura ley impedirá fumar en todos los espacios cerrados públicos, incluidos los locales hosteleros, sector en el que se sigue concitando mayor polémica por el rechazo de estos profesionales a que se establezcan sanciones para los titulares de los establecimientos o para sus responsables cuando se infrinja la normativa. "Esto aún está pendiente de perfilar. Se trata de no llegar a este punto. En esta línea se lanzará una campaña de sensibilización para la ciudadanía, de tal forma que el hostelero pueda ser un intermediario estupendo. Aunque desde el Gobierno vasco pensamos que las sanciones no serán necesarias, porque el respeto a la ley llegará por la convicción y no por la imposición", explica la directora de Drogodependencias.

Según el proyecto de ley, estará prohibido fumar en todos los centros educativos vascos, al margen de la edad del alumnado, incluidas las zonas cerradas, semicerradas y al aire libre, así como en instalaciones deportivas públicas al aire libre si hay menores, en hoteles y hostales, y en cualquier tipo de transporte privado en el que viajen menores. "Se prima, al igual que en las zonas infantiles de los parques, el derecho a la salud de los menores. Las sanciones contra las infracciones son las que prevé la Ley de Drogodependencias para el consumo de alcohol", reconoce Celina Pereda. El Gobierno vasco es consciente del fuerte rechazo que en determinados sectores sociales está provocando la restrictiva ley antitabaco, que confían entre en vigor en los primeros meses de 2011.

En este sentido, los empresarios de hostelería rechazan de plano que la nueva ley permita multarles, al tiempo que se niegan a cualquier responsabilidad del titular de un establecimiento y sus asalariados cuando un cliente infrinja la prohibición de fumar. "Ante una infracción, el responsable único tiene que ser el infractor y la sanción debe de recaer sobre él", sostiene Mikel Ubarretxena, presidente de los Hosteleros de Gipuzkoa.

Tras la aprobación del Consejo de Gobierno del proyecto de Ley, responsables del Departamento de Asuntos Sociales y de la Dirección de Drogodependencias mantendrán mañana una reunión con los representantes de la hostelería de los tres territorios de la CAV donde se les informará los aspectos recogidos en la norma y que se refieren al cuidado de la salud de los trabajadores del sector.

Los hosteleros consideran que en la situación económica actual no es la idónea para modificar la normativa, teniendo en cuenta que el Gobierno español se encuentra en pleno proceso de modificar la ley básica estatal que regula el uso del tabaco y ello podría derivar en contradicciones entre ambas. "No entendemos por qué al Gobierno vasco tiene tanta prisa, sobre todo, con la crisis económica que nos puede perjudicar enormemente", se lamenta Mikel Ubarretxena.

alegaciones Los hosteleros, que han hecho llegar a todos los parlamentarios vascos sus alegaciones, confían en que en el debate que se abra en la Cámara sus argumentos sean tenidos en cuenta. "Defendemos una actividad económica; tenemos un porcentaje de clientes fumadores y la experiencia de otros países, donde se han aprobado leyes similares a esta, nos indica que a corto plazo las repercusiones serán muy negativas para la hostelería. Creemos que no es el momento adecuado para implantar la nueva normativa", apostilla.

Sin embargo, los responsables del sector dejan claro que acatarán la ley que salga del Parlamento. "Aunque confiamos en que no se nos imponga ser guardianes, policías (de la ley). Esperamos que nos dejen libres de esta misión. Porque en ningún caso aceptaremos actuar como policías de nuestros clientes", apunta con vehemencia Ubarretxena.

Otro de los miedos que muestran los hosteleros con la ley es que "al ser tan restrictiva, los clientes salgan fuera de los pubs y bares y tomen la calle, con el consiguiente ruido y molestias para los vecinos", afirman, inquietos ante la posible fuga de clientes a otras comunidades limítrofes con una ley menos restrictiva que la vasca.