Bilbao. El prestigioso veterinario Román Luera Carbó, que fue subdirector del Zoo de Barcelona y uno de los profesionales que primero atendió al gorila Copito de Nieve cuando fue trasladado a Barcelona, falleció el domingo 15 de agosto en Barcelona, a los 85 años de edad tras una intervención quirúrgica. Su trabajo fue clave en el cuidado y primeras atenciones de Copito a la llegada del gorila a Barcelona. Además, desarrolló una relevante labor en la conservación e investigación de animales en el zoo.
Luera y su esposa Maria Gràcia cuidaron de Copito de Nieve durante los once primeros meses que el gorila permaneció en Barcelona, entre noviembre de 1966 y octubre de 1967. Aquel bebé tan especial estuvo alojado en su piso del Eixample, en la calle Urgell.
Román Luera ejercía entonces de veterinario en el zoológico y, en aquellos tiempos, la carencia de instalaciones y el desconocimiento de las técnicas eficaces hacían que muchos animales recién nacidos tuvieran que ser criados por humanos. Al ser huérfano, se consideró que ese animal albino necesitaba la atención y el afecto de una madre adoptiva que garantizara su desarrollo físico y psíquico. María Gràcia, su esposa, cuidó del símbolo de la ciudad como a un hijo. Lo sacaban al parque, donde era un niño más, y lo aplacaban cuando tenía rabietas de nene consentido. Incluso disponía de una habitación para él, con columpio.