Bilbao. Flamante, nuevecito pero a medio gas. Y eso que acogió una solemne inauguración hace casi tres meses. Las dos unidades de hospitalización del pabellón Aztarain del Hospital de Basurto, destinado a los pacientes oncológicos, se encuentran cerradas a cal y canto debido a los recortes económicos, aunque Sanidad sostiene que es una mera cuestión de "organización interna". No hay fecha concreta para habilitar las dos plantas, aunque el hospital asegura que tiene previsto realizar el traslado de pacientes a partir del mes de septiembre. Con la construcción del nuevo edificio, se pretendía mejorar la calidad asistencial de los pacientes oncológicos del área metropolitana de Bibao.
El enfado es muy grande entre los profesionales del hospital, que ven cómo se está desaprovechando un recurso que se había diseñado con la finalidad de reunir en un solo centro integrado toda la asistencia oncológica, que hasta el momento estaba dispersa en varios servicios y pabellones del centro bilbaino. El Gobierno vasco ha invertido en los tres últimos años 8,3 millones en la construcción y equipamiento del pabellón de Oncohematología, dentro de las obras de mejora del Hospital de Basurto, que impulsó el Departamento de Sanidad cuando lo dirigía Gabriel Inclán.
Dicho pabellón cuenta en la planta sótano con un hospital de día con 44 sillones y 8 camas, mientras que en la planta baja están ubicadas las consultas externas, la oncohematología y la unidad del dolor. Las plantas primera y segunda se van a destinar a la hospitalización de los pacientes oncológicos, en un total de 40 camas divididas en 16 habitaciones dobles y 8 simples.
Son precisamente estas dos plantas de hospitalización las que se encuentran cerradas desde la inauguración del pabellón, celebrada con pompa y boato el pasado 28 de abril, con las presencia, entre otros, del lehendakari, Patxi López, y del consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, con el director gerente del centro, Julen Ballestero, como anfitrión. Durante la presentación a los medios de comunicación, las cámaras pudieron tomar imágenes de los invitados visitando algunas habitaciones de hospitalización, que todavía hoy siguen cerradas a los pacientes, sus últimos destinatarios.
Según fuentes del hospital consultadas por DEIA, las razones que el centro sanitario ha esgrimido ante los trabajadores para no abrir el servicio de las plantas de hospitalización es "que no hay presupuesto". Al parecer, es necesario trasladar el personal sanitario que sigue prestando atención a los pacientes oncológicos ingresados en la cuarta planta del pabellón Revilla, con lo cual éste demandaría nuevos recursos de plantilla. Además, las habitaciones sin servicio del pabellón Aztarain carecen aún del equipamiento necesario para acoger pacientes, lo que demandaría nuevas provisiones presupuestarias, de las que el hospital carece. A falta de dinero, el traslado está paralizado, pero además, según fuentes sanitarias consultadas, el plan director del hospital para este año tampoco contempla, "bajo ningún concepto", el traslado de las camas hospitalarias. Algunos trabajadores consultados consideran que ya en abril era conocido que no se podía realizar el traslado de los enfermos y, no obstante, se decidió realizar la inauguración de una manera "precipitada".
¿traslado en septiembre? El Departamento de Sanidad niega estos extremos. Alega únicamente "razones organizativas" para la demora en la puesta en funcionamiento de las dos plantas de hospitalización. La consejería que dirige Rafael Bengoa reconoce que se decidió inaugurar el pabellón en abril aún a sabiendas de que parte del mismo no estaba en condiciones de funcionar. Ya entonces se esperaba que en mayo o junio todo estuviera preparado para el traslado de los pacientes ingresado en el pabellón Revilla, que a partir de ese momento se destinará únicamente a medicina interna.
Con la entrada en los meses de verano, "no se ha visto la necesidad de realizar el traslado", explica Sanidad, ya que habitualmente los centros hospitalarios cierran plantas en los meses de julio y agosto por falta de demanda. Con todo, asegura que el cambio se realizará a partir de septiembre de forma progresiva, y negó que la demora tenga que ver cuestiones presupuestarias.
Sin embargo, los profesionales de Basurto consultados por este diario apuntan a que ha sido también la excusa de "la falta de dinero" la que ha esgrimido el hospital para no realizar algunas reformas imprescindibles dentro del pabellón para mejorar la atención a los pacientes.
Estaba contemplado que el pabellón Aztarain tuviera el máximo rendimiento en 2010. Cuatro años antes se había decidido iniciar la construcción de un edificio donde estuvieran mejor tratadas las patologías del cáncer, que son muy complejas y que en muchas ocasiones convierten a quienes las padecen en enfermos crónicos. Durante la inauguración, el consejero de Sanidad destacó que la mitad de los hombres y un tercio de las mujeres acaban desarrollando un cáncer, por lo que "es muy importante la labor que se va a llevar en este pabellón". En el mismo acto, el lehendakari López explicó que el sistema sanitario vasco se encuentra demasiado orientado a los pacientes agudos, por lo que "padecemos un desequilibrio estructural en el sistema cuando el 80% de las actuaciones y el 77% del gasto van dirigidos a enfermedades crónicas, que son las que exigen una atención permanente durante toda la vida".