EN plena cruzada antitabaco en el Estado español, con una de las leyes más restrictivas para el hábito de fumar, José Seijas, un ingeniero industrial que dirige la fábrica de cigarros más grande del mundo, no se amilana y defiende el derecho a "una fumada" en espacios específicos, "sin molestar".

Seijas corta la cabeza del cigarro de autor que ha venido a presentar desde la República Dominicana. Algunos no acostumbran a hacerlo al principio, pero eso permite que pase el aire con más facilidad. Seseando, y suavemente, como si tuviera una joya entre los dedos, el fabricante de puros explica el ritual: se le da vueltas con la mano, se pone la llama por debajo del cigarro, se asegura el encendido y se lleva a la boca. Es importante que se pueda paladear entonces los sabores. Para José Seijas no es difícil ejemplificar cómo disfrutar de su Vegafina by Seijas 2010, ya que le gusta fumarse un purito por las mañanas...

El ritual de "corte y encendido", como se dice en el argot, recuerda bastante a la cata de un vino o la degustación de un producto gourmet. Los fumadores sibaritas saben bien que "no se traga el humo, se juega con él en la boca, para apreciar los sabores y los aromas", describe el experto, que lidera, tras la firma Montecristo, el mercado de puros en el Estado español. Con un torch (mechero de fuego alto) o con cerillas largas de madera (la versión más artesanal), se enciende el cigarro tras haber realizado el corte con el cortapuros. Una vez encendido, es mejor disfrutarlo sin que se apague, aconseja el productor dominicano, pues los aromas cambian. El tamaño sí importa aquí, y el puro recién nacido en la firma Seijas cuenta con 58 mm. de diámetro de cepo y con 120 mm. de longitud ("la tendencia preferida por los fumadores últimamente", apostilla Elena González, directora de marketing de cigarros Premium). Y, un dato más: ¡están cuantificados los minutos para paladear este puro como Dios manda! Entre 40 y 50, viendo pasar pequeñas nubecillas de humo...

Un fumador de puros consume un promedio de dos o tres cigarros a la semana. En el caso del elaborador dominicano, gusta de fumar uno o dos al día: "no es adicción, sino un placer", asegura, especialmente porque "el humo no se absorbe normalmente", pero consciente del impacto que están teniendo las medidas antitabaco. Aunque "Vegafina ha tenido una historia de éxito en un lapso relativamente corto en España", las restricciones para los fumadores se han reflejado en las ventas.

delicatessen Con todo, el elaborador destaca que la industria y los fumadores están buscando áreas y espacios en los que poder disfrutar de "una fumada sin molestar", como "salas especiales, una buena comida o cena, eventos... mecanismos que permitan que la gente viva sin enfrentamientos".

El público estatal debe de ser bastante sibarita, pues su mercado "nos ha dado un apoyo extraordinario. Por eso hemos creado este cigarro en exclusiva", explica Seijas. Esta firma, como Montecristo, emplea técnicas seculares, "enteramente manuales", y la calidad de los tabacos y la manufactura manual los han colocado en una posición Premium. Las variables, el tipo de tabaco que se usa, los métodos de fermentación, el añejamiento de las hojas y el control de calidad, enumera el autor. En su caso, sus puros seguirían también algunos métodos de la producción de cigarros cubanos, así que "tenemos lo mejor de los dos mundos".

Los consumidores lo han comprobado, especialmente en base a dos constantes, señala el productor: "que siempre quema bien y siempre arde bien". Las opciones son diversas, y como con la gastronomía y los vinos, crean nuevos cigarros, con diferentes aromas y sabores.

"Creo que un buen puro invita a la relajación, a la introspección, pero también a charlas entre amigos; se busca el momento para aprovechar al máximo su fumada, no se consume de forma compulsiva", describe el fabricante, quien compara fumar puros con una buena copa de whisky, un buen vino... "Con moderación, son un placer", señala, añadiendo que sus adeptos -cada vez más mujeres entre ellos- aprecian su brillo, si la cabeza es más cuadrada o redondeada, si el color es atractivo...". El precio no sería prohibitivo, razona, y la velocidad de ventas en el Estado habla de algo más que de una afición...