BERMEO. No hay tregua en el océano Índico. Tras la finalización de la campaña de pesca en aguas del Canal de Mozambique los atuneros vascos vuelven a situarse en el punto de mira de los piratas somalíes. Así, en la jornada de ayer, el pesquero bermeano Campolibre Alai tuvo que defenderse a tiros del hostigamiento al que estaba siendo sometido por dos pequeñas embarcaciones piratas. El incidente tuvo lugar en una zona que cabría considerar como segura, a unas 70 millas del extremo norte de la isla de Madagascar y a unas 90 millas de las islas Mayotte, territorio bajo jurisdicción francesa. "Nunca hasta la fecha se había producido un ataque pirata en esta zona" aseguraban ayer desde el sector atunero congelador. Y es que el asedio sobre el Campolibre Alai se produjo a más de 800 millas náuticas, cerca de 1.500 kilómetros de las costas de Somalia. Es la segunda ocasión en la que piratas somalíes atacan este pesquero bermeano. El primer intento de secuestro se produjo en septiembre del año pasado y el atunero logró escapar tras realizar maniobras de evasión.
El buque de la empresa Etxebastar Fleet, armadora del Alakrana, fue sorprendido en la entrada del Canal de Mozambique cuando había concluido un lance de pesca y terminaba de subir a bordo la embarcación auxiliar. El radar delató la presencia de un buque sospechoso a pocas millas circunstancia que activó todas las alarmas a bordo del pesquero. Dos pequeñas embarcaciones arriadas desde un buque nodriza trataron de acercarse al atunero cuyos agentes de seguridad privada se vieron obligados a abrir fuego disuasorio en dos ocasiones hasta que finalmente los piratas optaron por abandonar la persecución. Este incidente se ha producido muy cerca de isla de Mayotte, donde Francia tiene destacado un contingente de más de 4.000 militares. No obstante, los piratas vuelven a hacer gala de su osadía desafiando cualquier riesgo para tratar de secuestrar un buque atunero. "En esa zona se concentra un elevado número de pesqueros con lo que el buque nodriza pirata ha podido pasar camuflado y disponer del factor sorpresa a su favor" indican desde los atuneros.
El ataque contra el Campolibre Alai es el primero que se produce contra atuneros vascos desde el pasado 18 de marzo cuando el Txori Haundi escapó de un intento de secuestro cuando se hallaba faenando en aguas jurisdiccionales de Seychelles, a 250 millas al nor-noroeste de Madagascar y a más de 600 millas de las costas de Somalia. En el sector atunero-congelador se espera la llegada de los monzones de verano para que el mal tiempo impida a los piratas desarrollar su actividad delictiva. "El monzón ha comenzado a dar señales de vida en el norte y esperamos que en pocas semanas llegue a la zona de pesca y podamos trabajar con mayor tranquilidad".
Por otra parte, en la mañana de ayer el buque de guerra francés Nivose evitó el secuestro del buque mercante Nordneptun en aguas de Tanzania. El carguero lanzó una señal de socorro ante el asedio al que estaba siendo sometido por dos esquifes piratas y recibió la ayuda del helicóptero del buque de la armada gala.
juicio en holanda En otro orden de cosas, cinco presuntos piratas somalíes se enfrentan en Holanda el primer juicio de esta naturaleza que se lleva a cabo en Europa, acusados del intento de secuestro de un barco carguero en el Golfo de Aden. Los detenidos fueron interceptados por una patrullera naval danesa, cuando trataban de huir en una lancha con motor fuera de borda. Los abogados de los acusados cuestionan la legitimidad de la justicia holandesa para hacerse cargo del caso y afirman que sus clientes son sólo unos pobres pescadores.
La fiscalía por su parte, los responsabiliza del empleo de armas de fuego automáticas y lanzacohetes y pide doce años de cárcel para el supuesto cabecilla, y nueve para el resto. Abdirisaq Abdulahi Hirsi, uno de los somalíes presuntos piratas somalíes negó los cargos que se le imputan. "Yo soy la víctima aquí. Destruyeron mi barco y pusieron mi vida en peligro", declaró Sayid Ali Garaar otro de los detenidos.