Bilbao. Constanza Monje murió dormida en su camita en Caracas (Venezuela) el 8 de mayo de 2010 a los 93 años.
Se casó por poderes en la iglesia de Begoña en Bilbao, mientras su todavía futuro marido, Enrique Iza, comandante del Batallón Gordexola, la esperaba exiliado en Caracas.
Tuvo tres hijos: Gorka, Maiteder e Itziar, que le dieron tres nietos: Aurki, Joseba y Jone Jaia, y éstos, dos biznietos: Asier y Martie.
Trabajó en su casa, llegando a convertirse en la cocinera de las mejores rosquillas del país. Trabajó también en unos grandes almacenes y, en sus últimos años, llegó a convertirse en la actriz de telenovelas más longeva y fotogénica que ha dado la televisión venezolana. Constan fue divertida, mandona, seductora, guapa, contestona, presumida, trabajadora innata y, por encima de todo, valiente. Valiente por lanzarse a la aventura venezolana. Hizo a lo largo de su vida todo lo que quiso, y tal como ella lo sentía.
Jone Jaia