Bermeo. La operación Atalanta, dispositivo desplegado por la Unión Europea para garantizar el libre tránsito de buques mercantes por el Golfo de Adén y de barcos con ayuda humanitaria hacia Somalia, no ofrece seguridad a la flota atunera comunitaria. Los buques piratas navegan por una zona extensa del océano Índico y los ataques e intentos de secuestro se suceden un día sí y otro también. Jon Uria, director de Albacora, empresa a la que pertenece el Ortube Berria, insiste en la necesidad de que la operación Atalanta varíe su estrategia y comience a controlar los principales puertos de Somalia desde donde operan los grupos piratas. Durante los próximos cuatro meses, con la flota atunera muy alejada de la costa africana, se presenta una buena oportunidad para atajar la actividad pirata en el Índico occidental.
Cambio de estrategia. El último ataque pirata demuestra que controlan todas las salidas de la flota atunera y buques auxiliares desde Seychelles.
Así es. Hasta la fecha podíamos salir a la mar por la parte sur de las Islas Seychelles para luego dirigirnos hacia el este en busca de aguas seguras. Nos vimos obligados a tomar esta medida al comprobar que en la ruta habitual de salida desde Port Victoria por el norte se estaban produciendo ataques. No obstante, los acontecimientos nos demuestran que ahora no hay ninguna ruta segura porque los piratas recorren todas las zonas alrededor de las Seychelles. El Ortube Berria salió hace pocos días desde Mahe con la intención de poner rumbo hacia el Este. Sin embargo, recibió la llamada de socorro de un velero francés que se estaba hundiendo y rescató a tres tripulantes y los trasladó a tierra. Tras salir a la mar de nuevo se encontró con un buque nodriza pirata en aguas territoriales de Seychelles.
Dos buques auxiliares de la empresa Albacora han sido atacados por piratas somalíes. Parece que conocen las características de estos barcos que les convierten en presas más fáciles.
Los piratas de Somalia atacan a cualquier barco que se les ponga a tiro, sean mercantes, pesqueros o barcos de recreo. En el caso de los buques auxiliares de la flota atunero-congeladora, se trata de embarcaciones más lentas que los atuneros y por lo tanto más vulnerables. Por eso hemos tomado la decisión de funcionar con sólo dos barcos auxiliares, dejando a otros dos amarrados en puerto, y enviarlos a una zona alejada del riesgo pirata. De hecho, el otro barco de apoyo operativo se encuentra en 82 grados de longitud este. Pero para desplazarse hasta esas zonas hay que salir de puerto y en este momento esa maniobra entraña un riesgo importante. Vemos con preocupación que todas las rutas de salida están siendo controladas.
La buena noticia llega con la detención de los piratas que perpetraron el ataque contra el "Ortube Berria".
Al producirse el ataque se notificó éste a los mandos de la operación Atalanta, quienes enviaron una fragata portuguesa para tratar de interceptar a los atacantes. Una patrullera de Seychelles también ha participado en el operativo toda vez que el incidente se produjo en aguas territoriales seychellianas. Nos han comunicado que han logrado detener a los piratas y la patrullera los traslada a Port Victoria.
El sector insiste en la necesidad de controlar los puertos de Somalia desde donde operan los piratas.
Desde un primer momento las dos asociaciones de atuneros congeladores insistimos en la necesidad de controlar los puertos. El mar es muy grande y por muchas embarcaciones que se pongan siempre será muy complicado proteger todas las zonas. Lo cierto es que hasta la fecha no se han tomado medidas eficaces para controlar la piratería y al final son los piratas los que nos tienen controlados a nosotros. Los últimos ataques piratas se han producido en las inmediaciones de Seychelles y ahora ni siquiera tenemos una vía segura para salir de puerto.
La flota atunera se ha desplazado hacia el centro del Índico y los próximos meses se antojan fundamentales para adoptar medidas que combatan la actividad pirata.
En los próximos cuatro meses la flota faenará en la zona central y este del Índico, lejos de las zonas donde se ha registrado la actividad pirata. Es una ocasión inmejorable para redefinir la operación Atalanta y convertirla en efectiva. Si las cosas se continúan haciendo como hasta ahora no se pondrá solución a la amenaza pirata. Los piratas continúan campando a sus anchas y desde la operación Atalanta no se está haciendo lo que se debe hacer. En los estatutos de Atalanta desde su origen tienen prioridad los barcos mercantes en tránsito por el Golfo de Adén. Se contempla la seguridad de los buques que transportan alimentos hasta Somalia. Sin embargo, la seguridad de la flota pesquera ni siquiera aparece recogida en esos estatutos. Posteriormente, los buques de la misión europea han realizado intentos por garantizar la seguridad de nuestros barcos pero no es suficiente. Hay que variar la estrategia y controlar los puertos.
¿Hasta cuándo se mantendrá esta situación de inseguridad?
En estos momentos todos los buques atuneros disponen de seguridad privada a bordo y nos sentimos mucho más protegidos que antes. No obstante, insisto en la necesidad de abordar el problema desde la raíz y para eso hay que tomar medidas que pasan por el control de los puertos de Somalia desde donde operan los buques piratas. En los próximos meses, la comunidad internacional tiene una buena oportunidad para atajar el problema. Existe una resolución de las Naciones Unidas que posibilita la intervención militar en aguas de Somalia para luchar contra la piratería. Tienen esa posibilidad en su mano y tienen que decidirse a actuar. No entendemos cómo no se ha detenido a buques como el nodriza Win Far que navegan tranquilamente perpetrando ataques y tratando de secuestrar a todo barco que se cruce en su camino.