Cuando se celebraron las anteriores elecciones locales, el 26 de mayo de 2019, y se inició la legislatura que ahora se cierra, el coronavirus no formaba parte del léxico de los vizcainos. Pero su impacto social y económico ha marcado los últimos cuatros años con la intensidad propia de un conflicto bélico y su huella es muy profunda.

Las administraciones vascas, con el Gobierno vasco al frente y las diputaciones y los ayuntamientos atendiendo las necesidades más cercanas, tuvieron que cambiar el paso casi de un día para otro. Reorientar sus políticas de gasto para, en la medida de lo posible, frenar el covid y proteger a la población.

El capítulo sanitario ganó fuerza sin olvidar las ayudas a los hogares y la asistencia financiera a las empresas. Todo ello en un contexto de caída de la recaudación, en gran medida porque la Hacienda foral vizcaina, al igual que la alavesa y la guipuzcoana, aplazaron pagos a los contribuyentes individuales y a las empresas. 

El contexto era complejo, pero el bache se superó rápido también por la solidez de la estructura económica vizcaina. Todas las referencias estadísticas han recuperado el tono y algunas de ellas se encuentran en máximos históricos, como es el caso del empleo o la recaudación fiscal, el pulmón que permite respirar a las administraciones y que sale del bolsillo de empresas y familias. 

Más de medio millón de cotizantes

Nunca ha habido tantos afiliados a la Seguridad Social en Bizkaia como en estos momentos. Según el avance hecho público por el Ministerio la semana pasada, el Territorio Histórico contaba el pasado 15 de mayo con 502.920 cotizantes, lo que supone algo más de la mitad de la fuerza laboral de la Comunidad Autónoma Vasca. Tras superar en abril por primera vez la barrera del medio millón de trabajadores, Bizkaia consolida esa cifra y apunta a un nuevo máximo histórico a finales de este mes.

La diferencia respecto a diciembre de 2022 es de tan sólo 2.300 afiliados, pero si se compara con el anterior récord, previo al covid, son en torno a 22.000 afiliados más. Y el dato más llamativo, que pone de manifiesto la capacidad de recuperación de la economía vizcaina, son los casi 50.000 empleos que se han recuperado desde el mínimo registrado en la pandemia.

Los expedientes de regulación de empleo temporal subvencionados fueron la red que evitó la pérdida de miles de puestos de trabajo, pero la capacidad de reacción del tejido productivo, que contó con un fuerte apoyo del sector público, fue clave para reactivar el mercado laboral. La amenaza del covid también se atenuó a causa de la fortaleza industrial vizcaina y su menor exposición a los ciclos turísticos.

Cada empleo manufacturero tiene capacidad para generar otros cuatro puestos de trabajo en otros sectores, sobre todo en servicios, que tiene en la digitalización de las fábricas un foco de actividad cada vez más robusto. En el otro extremo del mercado laboral, en el capítulo del paro, la evolución también ha sido favorable los últimos cuatro años. Según los datos de Lanbide, a finales de abril había en Bizkaia un total de 60.742 personas sin empleo, la cifra más baja desde 2008.

El contexto en este caso es importante porque fue precisamente en ese año cuando se truncó el avance del conjunto de la economía vasca hacia el récord del millón de afiliados a la Seguridad Social. La crisis financiera se llevó por delante miles de empleos entre 2009 y 2012 y el desempleo pasó de ser técnico en Euskadi a convertirse en el principal problema de los hogares. La recuperación se vio truncada por el covid, pero la remontada ha sido rápida. A finales del mes pasado el paro registrado en Bizkaia se situó en 9.600 personas por debajo del cierre de 2019 y 1.600 por debajo del dato de diciembre de 2022.

La mayoría de las personas sin empleo, un 70%, está adscrita al sector servicios y el porcentaje de parados de la industria es del 9%. 

Récord de recaudación fiscal

Recuperar terreno en el plano laboral ha supuesto a su vez un récord de recaudación fiscal para las arcas de la Hacienda vizcaina. Primero por la evolución de las retenciones del IRPF en los salarios de los trabajadores y después por el constante incremento de los precios en el último año y medio, que ha agitado los ingresos por IVA.

De este modo, tras el máximo histórico de ingresos de 2022, con más de 8.800 millones recaudados, el arranque del primer trimestre del año, con una cosecha de 3.619 millones de euros -un 16% más que hace doce meses- alimenta la posibilidad de superar los cerca de 9.300 millones (+5,7%) marcados como objetivo para este ejercicio. 

Si la pandemia ha sido el veneno para el conjunto de la sociedad durante la última legislatura, la capacidad de resistencia de las empresas, junto al apoyo de las administraciones públicas, ha sido el antídoto. Y para resistir hay que gozar de buena salud. A partir del segundo trimestre de 2021, cuando el PIB vizcaino salió del pozo de la crisis sanitaria con un repunte del 19%, la economía del territorio no ha parado de crecer a un ritmo medio cercano al 5%, el más alto del conjunto de la CAV. 

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Esa dinámica está muy ligada al perfil fabril de Bizkaia. La producción industrial registra un incremento medio anual del 4% en lo que va de año y ha sorteado las dudas que genera el contexto económico global. Y a pesar de que el panorama internacional es muy complejo las exportaciones de las empresas vizcainas han repuntado casi un 12% en el primer trimestre. En cuanto al sector terciario, las ventas de las compañías de servicios han repuntado un 5,8% en el primer trimestre. Y la construcción creció un 13% el año pasado, completando el círculo.

Empleo

502.920

Afiliados. Bizkaia tenía el pasado 15 de mayo casi 503.000 afiliados a la Seguridad Social, lo que supone un récord histórico de cotizantes. Superar el medio millón de trabajadores era una asignatura pendiente de la economía vizcaina desde la crisis financiera de 2008. El techo se ha roto esta legislatura a pesar de la pandemia y de la incertidumbre actual. 

60.742

Personas sin trabajo. Las oficinas de Lanbide tenían registradas a finales de abril algo más de 60.700 desempleados en Bizkaia. Es la cifra más baja desde 2008, antes del inicio de la crisis más dura y larga de la historia. 

Recaudación fiscal

3.618,7

Millones de euros. La Hacienda vizcaina ha recaudado cerca de 3.619 millones de euros entre enero y abril, con un incremento del 16,6% respecto al mismo periodo del año pasado. El principal motor de los ingresos fiscales es en estos momentos el IRPF, a través de las retenciones en las nóminas. Hay más trabajadores que nunca y además muchos convenios están recogiendo incrementos salariales.