Apenas quedan seis días para que buena parte del Estado se sumerja en una cita electoral que, a buen seguro, determinará el rumbo que adoptará España en el más corto plazo. Consciente de que sacar una nota positiva de la cita con las urnas locales y autonómicas hará más factible un cambio en la Moncloa, que un excelente resultado facilitaría el camino a las elecciones generales, el PP lleva largo tiempo lanzando mensajes directos en contra del PSOE y en favor de aglutinar el mayor número de votos que le puedan llegar de otras sensibilidades. Y, en la jornada de ayer, y en un acto masivo en Valencia –12.000 simpatizantes en la plaza de toros–, el presidente popular Alberto Núñez Feijóo realizó apelaciones directas a los electorados de Vox, Ciudadanos y a los socialistas desencantados, unos llamamientos a concentrar en su partido el voto contrario al sanchismo.
Contra el ‘Sanchismo’
El PP lleva largo tiempo señalando al sanchismo como causante de todos los males del país. Y en un espacio tan simbólico como la Comunitat Valenciana –antiguo feudo popular caído en desgracia–, Feijóo sacó todo su arsenal dialéctico. “Es imprescindible unir el voto en el PP. Si quieres cambio, vota y si quieres cambio, concentra el voto en el Partido Popular”, exclamó exultante el presidente de la formación conservadora. Tanto es así que no dudó en dirigirse hacia sus potenciales votantes, reclamando un apoyo explícito a los sectores liberal y de centro a los que “ilusionó en su momento C’s”, a los de Vox que desean “gobiernos fuertes y comprometidos” y a los votantes socialistas a los que les “avergüenza el rumbo de su país y la utilización fraudulenta de su partido”.
Así, Feijóo parece querer aglutinar los votos de los que huyeron ante la deriva adoptada por el PP hace algunos años. Que voten quienes no quieren mentiras y frivolidad, los que rechazan Gobiernos en los “que Podemos decida y el independentismo imponga”, a quienes no perdonan las rebajas de penas a violadores, o a quienes “indigna el sanchismo y que no rompa con Bildu”, en su única alusión a la polémica por las listas del partido abertzale. El dirigente del PP llamó a los desencantados de otras formaciones a sumarse a la papeleta del PP. “Todos los que quieren que España vaya mejor” serán bienvenidos. “Vengo a pedir la oportunidad, en nombre de mi partido, para recuperar la buena política y para hacer posible el buen gobierno y el cambio”, proclamó.
El objetivo popular de cara a los siguientes meses es tremendamente claro: “dejar atrás el sanchismo”. “No basta solo con desearlo, y tampoco apostar por cualquier opción”, manifestó un Feijóo que no dudó en ensalzar la capacidad de convocatoria de su partido, que escenificó en tierras levantinas un acto político “que todos los partidos querrían tener y solo lo tiene el PP”. “Es imprescindible unir el voto en torno al PP: si quieres cambio, vota; y si quieres cambio, concentra el voto en el PP”, prosiguió a continuación.
Tras vaticinar que “frente a “la resignación” que el Gobierno de Sánchez pretende implantar en la sociedad, “estamos tocando el cambio con los dedos”, incidió un Feijóo que contrapuso “la ilusión, la movilización y las ganas de ganar de un partido abierto y cada vez más ensanchado –en referencia al PP–”, con “la lejanía de la realidad, de la calle y de la gente” de un Pedro Sánchez al que considera atrincherado en Moncloa y que, a su juicio, le tiene “miedo a la calle”.
Actos del PP
Rajoy y Aznar, contra Sánchez
Expresidentes. Además del mitin de ayer del PP en Valencia, dos figuras ilustres, como son los expresidentes del gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy, tuvieron participación en actos de la formación conservadora. Aznar lo hizo en Murcia, mientras que Rajoy estuvo en Alhaurín de la Torre (Málaga).
Dardos a Sánchez. Tanto Aznar como Rajoy tomaron la palabra en los citados actos. Lo hicieron para censura la gestión del presidente Sánchez, que según el primero “no tiene bastante con pactar con los antiguos terroristas para querer todavía dividir al país removiendo los huesos de la guerra civil”, en referencia a la reciente Ley de Memoria. El segundo lamentó la “colección de disparates con la que nos sorprenden un día sí y otro también” desde el Gobierno.